VEAMOS EL JARDÍN DE ROSAS

La sobrevivencia es un fin fundamental, sobre todo en momentos de crisis, individual, social o de la humanidad. El mundo tiene tensiones que no lo agotan

VIZARRETEA-CONSTELACION-POLITICA

Son días de guardar, de cultivar amor al prójimo. De compartir lo que se es y lo que se tiene. De muchos diálogos intensos, alejados de lo tóxico. De comprender al otro.

La sobrevivencia es un fin fundamental, sobre todo en momentos de crisis, individual, social o de la humanidad. El mundo tiene tensiones que no lo agotan. Luego de la sobrevivencia, la vivencia misma. La oportunidad de la mejoría, de eso que llamamos el progreso, el bienestar, el desarrollo, la oportunidad del placer, de la forma de vida escogida.

Las personas y sus organizaciones, hasta el Estado y sus mecanismos internacionales, tienen un vértigo que los desequilibra, que los pierde de su racionalidad. Tomemos breves e intensos momentos.

Somos marionetas de los dioses, sacrificamos el ser de lo que somos, para usar máscaras de protección y terminamos siendo lo que no somos.

DE LA TRAGEDIA A LA COMEDIA

El cultivo del jardín, del pórtico de la casa, del templo soberano de cada quien, nos traslada a la naturaleza original, nos permite valorar la condición humana. Si, somos lo que somos, con la posibilidad y búsqueda de ser un algo distinto y mejor. Es cuando nos recordamos en ese cultivo de nosotros mismos, para el disfrute propio y de los demás. En el mundo, aún en la belleza de la vida, sabemos que de vez en cuando aparecen humanos en la sociedad con intrepidez para desarrollar sus campos de un arte que saben. A menudo los admiramos y sirven de ejemplo para los demás, rompen un molde y dan un giro a la inercia de la costumbre, revolucionan su mundo y el nuestro.

Aparecen en un formato que se expone en figuras claves. Una caricia, una palabra, un beso, un abrazo, un paso. Lo mismo es lo alegórico de la caverna que el sermón de la
montaña; el valor de la conquista que el deseo compartido. En la sencillez del arte como en la complejidad tecnológica de la inteligencia.

Es una mirada comprensiva del cultivo de la vida, es una obra que se completa en una flor como en la observación natural del mundo.

Desterramos los vicios para dar paso a las virtudes, con pleno conocimiento de causa, no como una estación temporal, sino como parte fundamental del viaje.

AYOTZINAPA, GUERRERO, MÉXICO

Si, hagamos una tregua y miremos el jardín de al lado, no solo las espinas para evitar el daño, sino lo esencial de la flora y del todo ajardinado. La mirada contemplativa da ese placer de la oportunidad, de continuar un viaje sin fin, con lo indispensable para lograr el momento querido y compartido, en un día de reconciliación, en una semana de santidad, en una vida con todos. No solo en la contemplación del jardín, sino en su cultivo cotidiano.

Así en la vida toda, entre los suyos y los ajenos, en la política constructiva de siempre, en ese ahí vamos, vamos juntos y vamos bien, que el disfrute sea compartido con la querencia, en todo tiempo y lugar.

Que los vicios terrenales sean alejados y caminemos con seguridad en el jardín donde estamos.