DE LA TRAGEDIA A LA COMEDIA

El eco de la tragedia en los campos del poder económico, político, social y militar llega a una comedia perversa

VIZARRETEA-CONSTELACION-POLITICA

El eco de la tragedia en los campos del poder económico, político, social y militar llega a una comedia perversa, de una post verdad que tergiversa la realidad de origen, en sus estructuras, procesos y resultados.

La nación se conmueve en los discursos cotidianos, que si los consideramos como una unidad, en su afirmación positiva, de que todo está bien y ha mejorado, hasta su negación contrastante de que no es así, que hay falsedad y mentira, tendríamos que conocer para decidir la verdad o la objetividad del tópico en análisis; entender y comprender los datos, interpretarlos y compararlos con lo que sabemos, observamos o indagamos, para tener una opinión informada, vigente, analítica y propositiva en ruta al quehacer del interés nacional.

El rostro de la política electoral empaña o muestra realidades divergentes, que se abordan por filias o fobias, que en su extremo tienden a juntarse, cada quien toma lo que conviene o interesa, en función de su posición en las relaciones del poder, va del silencio prudente u ominoso, hasta el grito parlamentario que justifica sus dichos; nada resuelven los divertidos discursos del odio al discurso amoroso.

AYOTZINAPA, GUERRERO, MÉXICO

El engaño o la fiscalización del frijol en el plato de arroz, o el lunar en la nalga derecha, son formas sociológicas y populares de observar lo que falta o lo que sobra, de los excesos a las carencias.

Recibir apoyos en formato de becas, de una filantropía pública clientelar, por tragedias, necesidades, intereses o deseos, que no se acompañan de datos duros que diagnostiquen y favorezcan una incorporación productiva, con dignidad hacia la persona, tergiversa el esfuerzo de los recursos, los desvía y los desperdicia, la mentira y la manipulación en los alcances de la acción pública, corroborada por quienes pretenden servir a la nación, al pueblo, los exhibe en una economía política y social del comercio prostituto, que distorsiona el mercado y no alcanza para lograr crecimiento y, mucho menos, desarrollo.

Estamos atrapados en una esfera de complicidades, donde el temor, conduce a la expresión de plata o plomo, con una amplia dosis de cinismo de todas las partes, que lleva a una igualdad chocante, que se guía por el dicho de antes era peor, o por afirmar en contraposición, la diferencia con los otros que si robaban y mentían; las ofensas a la inteligencia son espeluznantes, pretender negar lo que se ve, es querer ocultar el sol con un dedo, el autoengaño cómico, la política de avestruz, que no cambia nada y si lo aumenta.

CAMPAÑAS EN MEDIO DE VIOLENCIA Y CORRUPCIÓN

La inseguridad galopa en una pradera seca, en el temor de que un chasquido la incendie, de que la tómbola del asalto, secuestro u homicidio toque a inocentes.
La reiterada intención de datos falsos o de verdades a medias, aparece en las encuestas electorales, en las interpretaciones que ajustan los datos para pretender llegar a la tierra utópica del todo está bien, de una felicidad comprada, de querer usar la idea de que una mentira mil veces repetida, devenga en verdad.

El autoengaño, se vuelve pesadilla, y el despertar lastima; la cruda del poder se agota en el tiempo, en el cuerpo individual y social.

La peor corrupción no está en el robo individual, que siendo ominosa debe castigarse, sino en el daño a las instituciones, recuperarlas lleva tiempo, superior al del cargo.
Son tiempos difíciles que demandan paciencia, prudencia y persistencia.

¿EL PRESIDENTE, UN RIESGO PARA LA SEGURIDAD NACIONAL?

Los estériles enfrentamientos agotan la vida misma, se llega a desear que las cosas cambien, que ya se vayan los que dañan, que la tragedia se vuelva una comedia, pero la necia realidad es más terca que los sentimientos que nublan a la razón. Que no nos amedrente la imposición falsa de que ahí viene el lobo, el lobo siempre ha estado al acecho.

Habrá que recuperar el tejido social quebrantado, romper la inercia y reconciliar las posiciones en la política, participando.