Pese a retraso de 5 horas en vuelo, AMLO reitera: “no usaré avión presidencial”

Luego de realizar una gira por Oaxaca, VivaAerobús le hizo una mala jugada al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, quien supuestamente por condiciones climatológicas se vio obligado a quedarse durante cinco horas varado en Huatulco.

Lo anterior, debido a que su avión comercial no pudo despegar por la lluvia en la Ciudad de México, lo que obligó la suspensión de operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

A pesar de esta larga espera para poder despegar de Huatulco, López Obrador aseguró que no viajará en el avión presidencial y dijo que le daría vergüenza utilizar un avión tan ostentoso, por lo que continuará con su idea de usar vuelos comerciales.

En abril pasado, el tabasqueño aseguró que usar el avión presidencial era pura “fantochería” durante su participación en la 101 Asamblea General de Socios de la American Chamber/México.

“¿Y si hay una reunión urgente en Naciones Unidas, con sede en Nueva York y su vuelo se retrasa?”, le preguntó a AMLO la periodista Adriana Pérez Cañedo, moderadora del evento.

“Pues no llegué y ya, es pura fantochería el utilizar los aviones y los helicópteros”, contestó López.

Andrés Manuel tomó como una de sus banderas de campaña decirle “adiós” a la aeronave. Demagogia pura ante sus simpatizantes. El oriundo de Macuspana es un político terco, quien, como ya dijo que no usaría el avión presidencial, se casó con esa idea y él mismo se la creyó, sabe de las complicaciones de su traslado e incluso, conoce bien que puede estar expuesto a ataques. Eso sí sería un gran problema para el país, para la ciudadanía, pero poco le interesa.

Este miércoles, luego de una nueva “trastada” de VivaAerobús, Andrés Manuel aseguró que durante esas cinco horas no perdió el tiempo pues pudo realizar algunas llamadas, además de que la gente aprovechó para tomarse fotografías con el presidente electo.

Todavía no es presidente, claro. Pero, López no puede permitir este tipo de situaciones y seguir con la necedad de no usar el avión presidencial. Cuando sea mandatario y tenga que trasladarse a un evento nacional o internacional de relevancia no podrá argumentar más su terquedad con un “pues no llegué”. Dirían los refraneros, parece que “lo que no le llega, es agua al tinaco”.