MORENA Y LAS SABANDIJAS RECICLADAS

A veces las declaraciones de López Obrador son mucho más divertidas que leer las tiras cómicas.

En verdad la falta de memoria y no tener la capacidad de conectar el cerebro con la lengua, hacen que el titular del ejecutivo federal, sea capaz de proferir los mayores disparates.

Si no fuera porque esas barbaridades nos afectan a los mexicanos de manera directamente proporcional con nuestros derechos y calidad de vida, serían para morir de risa.

Porque en las presentes circunstancias, escuchar al titular de la primera magistratura nacional incurrir en semejante clase de despropósitos, me provoca unas ganas terribles de llorar y me mata de vergüenza.

Me imagino lo que pensarán ciudadanos y mandatarios extranjeros, al ver a López Obrador, sobre todo, si se atreven a parangonarnos, tomando al jefe de las instituciones nacionales como botón de muestra.

Porque al parecer, el hombre de la Chontalpa desconoce en absoluto las leyes de la Física (yo pensaba que solo el marco normativo del país) y pasa de largo que lo que sube, tiene inevitablemente que bajar; y que por tanto, si escupe hacia arriba, el gargajo, indefectiblemente, terminará cayéndole a la cara.

Al menos eso podemos inferir, al repasar tanto sus palabras, como las de Citlalli Ibáñez, alias Yeidckol Polenvsky (para los cuates), cuando hablan de no reciclar figuras de otros partidos, pero admiten haber sido infiltrados por sabandijas.

Por favor, pónganse de acuerdo y que nos digan en que quedamos, porque si nos limitamos de manera personal a echar un ojo al gabinete y al primer círculo y advertimos figuras como las de Esteban Moctezuma, Ebrard, Poncho Romo, la momia Sánchez, Bartlett, la bruja Clouthier, Germán Martínez, Bejarano, Noroña, Batres, Elba Esther Gordillo, Nacoleón y amigos que los acompañan, tendríamos que extender de manera inmediata un pañuelo y mandar fumigar la cuarta transformación, que está rebosante de alimañas, en modo tal, que los míticos establos de Augias, afamados por su cuota de porquería, comparados con el gobierno federal en turno, parecieran una sartén rechinando de limpia, como prescribía el comercial de un famoso detergente para lavado de platos.

Lo anterior, nos lleva a lamentar que el gobierno federal que encabeza López Obrador, que tampoco es una lumbrera, recuérdense sus catorce años para titularse, siguiendo la ley de la manada, se rodeó de especímenes equivalentes a él, consiguiendo integrar un gabinete, que siendo generosos, podríamos catalogar, en el mejor de los casos, de mediocre a malo.

Y para que no digan que prevalece el criterio de la animadversión política, observemos nada más sus resultados; y a partir de ahí, hagamos proyecciones, para pronosticar lo que nos espera.

Y merced a que tal ejercicio, me ha sumido en una depresión de dimensiones apocalípticas, mejor aquí le paramos, no vaya a ser que se me antoje opinar de la tan cacareada revocación de mandato; y lleguen a mi mente malas ideas. Mejor que aquí quede por hoy…

Dios, Patria y Libertad