LA LEY SE ACATA, PERO NO SE CUMPLE

La ciencia política nos indica que una de las obligaciones del gobierno es la aplicación de la ley, sin realizar ninguna clase de distingos.

Lo anterior, en mérito de las características que todo ordenamiento debe tener, siendo las más importantes la obligatoriedad y la generalidad, entre otras.

No obstante, lo anterior, en nuestro país la aplicación de las normas legales no ha sido nunca una realidad incontrastable; es famoso el adagio: “la ley se acata, pero no se cumple”, atribuido al famoso Marqués De la Croix, el mismo que también dijera que los habitantes de las colonias habían nacido para callar y obedecer.

Esta curiosa frase indica que a pesar del mandato legal, bien puede el funcionario encargado de su aplicación hacer caso omiso de su obligación de aplicar la norma, por multitud de razones.

Tiempo después, en pleno régimen Juarista, fue el oriundo de Oaxaca quien dijese: “para mis amigos, justicia y gracia; para mis enemigos, la ley”. Dejando más que claro que en nuestro país, la aplicación de la ley nunca es pareja.

A los mexicanos en general, los distingos y preferencias en la aplicación de la ley siempre nos han quedado claros, sabiendo que la norma no aplica para quienes sean cercanos a los afectos del poderoso en turno. Ejemplos de lo anterior, hay para aventar para arriba.

Los más encarnizados y furibundos lopezobradoristas siempre dijeron que tales distinciones se acabarían con la llegada al poder de la llamada “cuarta transformación”, pero la realidad se ha encargado de desmentirlos.

Y podemos percatarnos de ello, en que no solo diversos personajes allegados al partido y grupo en el gobierno han sido tratados con algodones, sino también porque los funcionarios emanados de MORENA parecen mirar hacia otro lado, cuando los desmanes son causados por integrantes de la CNTE o por las de la llamada “Marea Verde”.

Los integrantes de semejantes agrupaciones se caracterizan por sus excesos y actos vandálicos realizados en perjuicios de comercios o equipamiento urbano, sin que a la fecha, nadie sea capaz de ponerles un alto.

¿Debemos entender que la impunidad en México es una cuestión de género?, ¿que pasaría si fueran varones de las marchas provida los que realizaran pintadas en monumentos o en edificios públicos? Seguramente serían detenidos y se hablaría de los daños causados por los conservadores y del odio de clase de los fifís.

Es momento de exigir a las autoridades la aplicación pareja de la ley y también de exigir que cese de inmediato todo género de complacencia y parcialidad hacia los miembros de agrupaciones como las feminazis y los vándalos magisteriales.

Toca al gobierno legalmente constituido demostrar que en el país la ley se aplica sin distingos, porque son las instituciones las que garantizan al ciudadano el pleno respeto de sus derechos y garantías constitucionales.

Lo anterior, a pesar de los excesos de algunos desquiciados que anteriormente han mandado al diablo la ley y las instituciones.

Veamos si son capaces hoy día de hacer la diferencia, o si son más de lo mismo.

Dios, Patria y Libertad