En medio de un gobierno fracasado, la desesperación de los integrantes de la 4T está con los “pelos de punta”. Cuando al principio todo era unión y apoyo para “demostrar que era diferentes” a los anteriores, con el tiempo no pudieron seguir fingiendo y la máscara de “somos los buenos” han decidido tirarla.
Unos con tal de no quedarse fuera del proyecto, han optado por echarse para atrás y justificar declaraciones que no son bien recibidas por el gobierno; sin embargo, otros deciden no seguir fingiendo y comienzan a demostrar la verdadera cara de esta administración.
Por mencionar algunos de ellos, recordemos a Carlos Urzúa Macías, quien fue titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunciando su partida con una carta que lo volvió viral en redes sociales.
En pocas palabras con sus declaraciones realizadas días después de presentar su renuncia, Urzúa hizo pedazos la honorabilidad de Alfonso Romo, tras señalar al Jefe de la Oficina de la Presidencia como un funcionario “patente conflicto de interés”.
Evidentemente el gancho al hígado fue cuando hizo contacto directo contra Romo, lo que convirtió la renuncia de Urzúa, estridente, culpando al presidente y a sus funcionarios de nepotismo e incompetencia. Así lo reiteró en una entrevista posterior con el semanario Proceso, y también lo ha hecho patente en sus columnas de opinión.
Y hablando de Romo, cómo olvidar la pelea con Víctor Toledo, quien después de que pusiera en evidencia las discrepancias que existen en materia medioambiental cuando aseguró que Agricultura lanzó un anteproyecto sobre el del plaguicida glifosato, el cual dijo, contradice las instrucciones dadas por el presidente de la República, decidió “renunciar” al gabinete de AMLO.
¿Qué tiene que ver Romo? Pues que la postura de la SEMARNAT y de su titular iba en contra del modelo agroalimentario que impulsa la 4T, pero en esta ocasión no fue el presidente de la República, sino a su jefe de oficina Alfonso Romo, empresario ecocida, principal impulsor de los cultivos transgénicos y cuyo flamante operador es el titular de la SADER.
Y así como las dos anteriores, seguramente han sucedido igual con las demás renuncias del gabinete, dadas durante los dos años de gobierno de AMLO, las cuales han sido varios integrantes quienes han decidido bajarse del barco de la Cuarta Transformación, por diferentes razones, pero la mayoría de ellas, diferencias con las decisiones de Presidencia.
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Sin embargo, también ha habido grandes confrontaciones entre los “hermanos” morenistas o mejor conocidos “aplaudidores de AMLO”, sin olvidar todas las que hubo durante el proceso para elegir presidente del Partido, con Mario Delgado (ganador) y Porfirio Muñoz Ledo.
Entre ellas encontramos recientemente, la guerrita que se traen Manuel Bartlett y el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, esto por el problema de las las zonas inundadas en dicha entidad.
Pues mientras Augusto López sostiene que el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, esconde con “cinismo” la irresponsabilidad con la que se actuó en el manejo de la presa Peñitas y que inundó a tres municipios del estado, éste calificó de “torpe” al gobernador de Tabasco. Hasta dijo que le da “risa” la demanda que va a presentar en su contra por el manejo “irresponsable” de las presas en el estado.
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Otra confrontación más se da entre los comunicadores de TV de la 4T, John Ackerman y Sabina Berman, que desde hace un par de días, andan de las greñas y con reclamos a través de sus cuentas de Twitter, pero fue que durante el programa que ambos conducen por Canal Once cuando dejaron entrever sus indiferencias en plena entrevista con el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, como invitado.
¿Dónde quedó la unión entre los “salvadores del pueblo”, entre los que “eran diferentes”? Queda en claro que AMLO y su gobierno son una FARSA. Ahora sí, después de tantos años fingiendo muestran su peor faceta cuando tienen las riendas del país. Ya ni para pedirle al “Chapulín colorado” que nos salve.
AIS
