Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel Obrador se aprobó la creación de una nueva figura política denominada como “los superdelegados” quienes sirven como un enlace entre las secretarías de Estado y los gobiernos estatales.
Entre otras de sus funciones, ellos se encargarían de la coordinación e implementación de planes, programas y acciones para el desarrollo integral, funciones de atención ciudadana; también estarían a cargo de la supervisión de los servicios y los programas a cargo de las secretarías, las dependencias y entidades.
Sin embargo, a estos dos años de la 4T, algunos superdelegados han sido acusados de desvío de recursos, corrupción, violencia de género, desfalco, proselitismo, entre otras denuncias.
Tal es el caso del superdelegado de Jalisco, Carlos Lomelí, a quien le destaparon una red de farmacéuticas de nueve empresas con contratos de más de 164 millones de pesos en el gobierno del mandatario tabasqueño; además es investigado por tráfico de influencias y conflicto de interés.
Ahora se dio a conocer que nueve de estos superdelegados estarían planeando dejar sus cargos para construir su candidatura con la cual buscarán la gubernatura de sus respectivos estados.
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Se tratan de Pablo Amílcar Sandoval (Guerrero), Jesús Alejandro Ruiz (Baja California), Víctor Manuel Castro (Baja California Sur), Katia Meave (Campeche), Roberto Pantoja (Michoacán), Gabino Morales (San Luis Potosí), Manuel Peraza (Nayarit), Indira Vízcani (Colima) y Juan Carlos Loera (Chihuahua).
De acuerdo con el portal Expansión Política, estos superdelegados cuentan con recursos económicos para posicionarse frente a otros actores políticos para buscar un cargo público, esto a pesar e que han sido señalados de haber hecho un uso propagandista y personal con los recursos públicos.
“Si este gobierno habla de honestidad e integridad y quiere dirigirse como una autoridad de carácter moral, debe postular a los mejores aspirantes, entonces deberían resolver primero estos señalamientos por su desempeño como servidores públicos”, destacó Edgar Ortiz Arellano, politólogo de la UNAM.
Con información de Animal Político y Expansión Política
MSA
