Con un Congreso nulificado por la obediencia ciega de Morena y de sus rémoras, son los organismos autónomos del Estado los que están funcionando como contrapeso ante el talante autoritario del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El pasado martes, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó su autonomía al no ceder ante las presiones del Ejecutivo y confirmar la cancelación del registro a dos candidatos a gobernador de Morena que habían violado el marco jurídico electoral.
Con esa decisión, tomada por aplastante mayoría, quedó claro que no todo el TEPJF está sometido por eso que llaman “Cuarta Transformación”, y que no todos –de hecho casi nadie — comparte la obediencia ciega del presidente del Tribunal, José Luis Vargas, único que se opuso a la cancelación del registro de Félix Salgado Macedonio.
En la misma sesión, el TEPJF confirmó el acuerdo emitido hace unas semanas por el INE mediante el cual se evitará que tras las elecciones del próximo 6 de junio algún partido haga trampa para obtener una sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, como hizo Morena en el 2018.
Se trató de tres decisiones tomadas, insistimos, por aplastante mayoría, en medio de presiones, amenazas y descalificaciones en público y en privado por parte del presidente de la República y de algunos liderazgos del partido en el poder.
El mismo martes, el pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) acordó presentar una acción de inconstitucionalidad en contra de las reformas que obligan a los ciudadanos a entregar sus datos personales, incluidos los biométricos, a las empresa de telefonía celular para la creación de un padrón de usuarios.
En este y otros espacios se ha dicho, con respaldo de información, que dichas reformas, impulsadas por Morena, son violatorias de la Constitución y representan un atentado a la privacidad, pues le permiten a la Fiscalía General de la República y a la Guardia Nacional acceder a los datos personales sin autorización judicial.
Y el mismo martes, el juez Juan Pablo Gómez Fierro concedió la primera suspensión definitiva contra la obligación de registrarse en el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT), a favor de un ciudadano que en su momento presentó una demanda de amparo.
Se trata del mismo juez que hace unas semanas envió a la congeladora las reformas a la Ley de la Industria Eléctrica impulsadas como prioritarias por el presidente López Obrador, por el mismo motivo: son violatorias de la Constitución.
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Por supuesto, la reacción del presidente ante eso que algunos ya le llaman el “martes negro de la 4-T” no se hizo esperar. Ayer, en plena mañanera, arremetió en contra del TEPJF y del INE, los cuales, dijo, “fueron creados para que no hubiera democracia”.
En su exabrupto, el primer mandatario olvidó que esos dos organismos, integrados exactamente por las mismas personas, fueron los garantes del proceso electoral del 2018 en el cual él ganó la elección de presidente de la República y su partido la mayoría relativa en el Congreso de la Unión.
Con esa reacción visceral, el presidente de la República confirmó su tesis de que las instituciones funcionan y son valiosas solo cuando toman decisiones que le gustan o le convienen.
Es de esperar que el golpeteo del presidente y de sus alfiles en Morena y en el Congreso en contra de los organismos autónomos continúe en los próximos días y que se agudice a medida que se acerque la jornada electoral, pues necesitarán a quién echarle la culpa de la derrota que sufrirán en la renovación de la Cámara de Diputados.
A los ciudadanos solo nos queda esperar que como lo han demostrado en los últimos días, los organismos autónomos resistan las presiones y no se doblen, pues, con el Congreso en manos de Morena y los grandes medios de comunicación cooptados, los organismos autónomos representan el único contrapeso que tiene en estos momentos el autoritarismo de quien duerme en Palacio Nacional.
OFF THE RECORD
**TOS SIN CUBREBOCAS
En lo que es el colmo de la impunidad y la soberbia, Hugo López-Gatell se presentó ayer a la mañanera con tos y sin cubrebocas.
Intentó justificar su actitud al decir que se trataba de un catarro común.
López-Gatell es el funcionario del gobierno federal responsable del manejo de la pandemia que tantos estragos ha causado, es el que debería poner el ejemplo.
En fin.
**CAMIONETA DEL MILLÓN
Durante el debate realizado ayer, el candidato de Morena al gobierno de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, fue puesto en evidencia por adquirir, recientemente, una camioneta de lujo con valor de un millón 300 mil pesos, en la cual se transporta durante su campaña.
¿Cuál austeridad? Le cuestionó el candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, Mario Zamora Gastélum.
Acorralado, Rocha Moya solo alcanzó a decir que la camioneta era prestada, lo que no se creyó ni él mismo.
Correo: [email protected]
Twitter:@pepecontreras_m
