INCOMPRENSIBLE SILENCIO

La realidad es que la actitud de este gobierno federal y de su titular, son por lo menos, impredecibles y contrastantes. Uno nunca sabe a qué atenerse con ellos. Eso sí, jamás podrá pensarse que hagan lo lógico, porque lo razonable está fuera de su estilo y divorciado de sus esquemas de conducta.

Solo de esta manera puede concebirse la forma de proceder de la administración federal en turno, en el caso Culiacán: cuando la lógica sugería una respuesta mediante una demostración de fuerza, que no dejase lugar a dudas, respecto de quien manda en el país, el gobierno federal retrocedió y entregó la plaza, sin siquiera disputarla.

Lo peor fue tratar de justificar esta actitud a posteriori, toda vez que se trató de poner como motivo, evitar una masacre y preservar vidas, como si la actividad criminal regular del narcotráfico no tuviese un altísimo costo en vidas y en sangre, que nadie sino los culichis conocen a perfección.

El contraste de lo anterior, fue la actitud adoptada por el gobierno federal con los alcaldes de diversos municipios del país, que protestaban en la ciudad de México, en demanda de mejores condiciones presupuestales y que solicitaban ser recibidos por el primer mandatario.

El gobierno federal no sólo hizo caso omiso de la solicitud de diálogo, sino que además decidió hacer uso de la fuerza y lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes, adoptando una inusualmente severa y drástica, que jamás exhibió ante los representantes del crimen organizado

Lo increíble del caso, es que ante la represión desatada contra los alcaldes, los presidentes nacionales del PRI y del PAN, partidos a los que pertenecían muchos de los manifestantes (también habían alcaldes del PRD y hasta de MORENA), han guardado un silencio vergonzoso y no se han atrevido a decir esta boca es mía, como si les avergonzara o diera miedo incomodar al poderoso.

Los militantes de ambos partidos tendrían que exigir a sus respectivos dirigentes, mayor firmeza y una actitud más asertiva, de marcado patriotismo, que facilitara las sumas y alianzas pertinentes para poder construir una oposición actuante y eficiente, cuya actividad se traduzca en resultados electorales y consecuentemente, en la conquista del poder.

Hagamos votos para que esto suceda, antes que este desquiciado termine por destruir nuestra patria y lo que tanto trabajo ha dado a tantos mexicanos construir.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.