Final de fútbol o debate presidencial: ¿Que interesa más a los mexicanos?

El Instituto Nacional Electoral (INE), solicitará una mesa de trabajo con la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), para que– en la medida de lo posible– los debates entre los candidatos presidenciales no se empalmen con la transmisión de la final del torneo local, que está programada el próximo 20 de mayo.

Y es que por ley, los concesionarios están obligados a transmitir 2 de los 3 debates programados para el 22 de abril en la Ciudad de México, el 20 de mayo en Tijuana Baja California y el 12 de junio en Mérida Yucatán, todos ellos a las 21:00 horas.

El consejero Benito Nacif, encargado de la coordinación de los debates presidenciales, informó acerca de la preocupación por el debate del 20 de mayo, ya que podría empalmarse con la final del torneo de fútbol.

Algo similar ocurrió el 6 de mayo de 2012, cuando coincidió el partido de cuartos de final entre Monarcas Morelia y los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. El dueño de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, decidió que su empresa no transmitirá el debate presidencial para poder transmitir el partido de fútbol: “Si quieren ver el debate, véanlo en Televisa, si quieren ver el fútbol véanlo por TV Azteca”, afirmó.

Y, Salinas Pliego tenía razón. Su empresa no estaba obligada a transmitir el debate, aunque algunos sectores acusaron a TV Azteca por su supuesta falta de compromiso social, y por priorizar uno de sus principales negocios: el fútbol.

En contraposición, hubo voces en la prensa deportiva que llamaron a ver el debate en lugar del partido. Una de ellas fue la de Carlos Albert; cosa que le costó su despido por parte de la cadena deportiva ESPN.

De acuerdo con datos de NIELSEN IBOPE, en aquella ocasión el partido de fútbol Morelia contra Tigres tuvo casi la misma audiencia que el debate: 9 puntos de rating para el partido de fútbol, contra los 10.4 puntos obtenidos por el primer debate presidencial –el mismo que tuvo como “protagonista” a la modelo Julia Orayen en lugar de las propuestas de los 4 candidatos–.

Lo cierto es que en este caso, los ciudadanos deben tener la libertad de elegir qué contenidos ver en televisión: el debate o el fútbol. La decisión de cada quien dependerá de su cultura democrática, y no vale el pretexto de que el fútbol es “el opio del pueblo”.