Como ya es de dominio público, la ex comandante de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Nestora Salgado García, fue nombrada candidata al Senado por Morena.
Salgado salió de prisión hace casi dos años, tras ser acusada de secuestro cuando como comandanta de Olinalá, detuvo a personas acusadas de robar ganado.
Lo cierto es que, al momento de su detención, el 18 de agosto de 2006, Nestora tenía 39 personas privadas de su libertad por las que exigía entre cinco y 50 mil pesos para su liberación.
A pesar de ella era líder del grupo de autodefensas que habría secuestrado a esas personas, las autoridades concluyeron que “no se acreditó el cuerpo del delito”, pues se demostró que como miembro de la Policía Comunitaria detuvo a esta gente “en el marco de sus atribuciones”.
Organizaciones civiles y activistas en contra del secuestro, demostraron que Salgado había privado de la libertad a estas personas por las que cobraba hasta 50 mil personas por dejarlos en libertad y que regresaran a casa con los suyos. Nestora tuvo que huir del país por los amedrentamientos que recibió después por parte de sus víctimas.
Por ello viene a cuentas, el cuestionamiento que se hizo en LaOtraOpinión el 18 de marzo de 2016, cuando la oriunda de Guerrero salió del Penal de Tepepan tras permanecer dos años y medio recluida.
“Por eso preguntamos, ¿qué sigue? ¿veremos a un Estado disculpándose con una presunta secuestradora? ¿o veremos a un Estado que se equivocó y que volvió a dejar libre a una secuestradora?“.
Hoy, ese perdón tiene nombre y apellido: Andrés Manuel López Obrador.
Tras la amnistía del tabasqueño a Nestora Salgado, la ex policía comunitaria será integrante de la Cámara Alta sin competir por la vía del voto. Tendrá fuero constitucional, por lo que en caso de regresar de su autoexilio no podrá ser enjuiciada por los crímenes que aún señalan varias víctimas que fueron privadas de su libertad.
Pero la amnistía y bendición del “mesías tropical” no es gratuita. No es que López Obrador sea un buen samaritano y vaya recogiendo “cascajo” a diestra y siniestra. No.
Con la integración de Nestora Salgado, el dueño de Morena se hace de un millón de votos provenientes de la guerrilla de Guerrero, de traficantes y vendedores de goma de opio y amapola.
De manera similar pensó El Peje a la hora de “amnistiar” a Napoléon Gómez Urrutia, pues el sindicato minero sumaría gran cantidad de votos. Así como el cobijo de otro personaje ligado al narcotráfico, Félix Salgado Macedonio, quien ocupa el primer lugar de la fórmula en la que aparece Nestora. Vaya fichitas.
