A PESAR DE TODO, ACAPULCO, COYUCA Y GUERRERO DE PIE

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Foto: La Otra Opinión

Los guerrerenses sabemos que lo que no hagamos por nosotros mismos, sobre todo en desarrollo y seguridad, nadie lo hará por nosotros.

La naturaleza nos ha legado riquezas en la geografía estatal. En recursos, productos y bellezas naturales que se han podido transformar en la industria turística, restaurantera y de servicios locales que le dan sustento.

La tragedia del huracán Otis, acabó con el esfuerzo acumulado del trabajo de varias generaciones, de más de 70 años de vida.

La indolencia de un mal gobierno se muestra en la falta de interés para atender, apoyar y reconstruir los daños inmediatos de la catástrofe en la ciudad y puerto de Acapulco, en Coyuca y su impacto en todo Guerrero.

UNA INVESTIDURA PRESIDENCIAL MENTIROSA

Los damnificados guerrerenses, casi un millón de personas, perdieron todo, sus casas, sus bienes muebles, sus trabajos, sus recuerdos, sus esperanzas, su pasado y su futuro.
La sobrevivencia es el tiempo actual. La persistencia por encima de la prudencia y la paciencia. Viene una larga noche de carencias, de esfuerzos aislados que deben sumar la recuperación de una mejor vida familiar y social.

La delincuencia acecha y su combate y control está cada vez más limitado; las instituciones de seguridad y justicia son omisas, están rebasadas y gozan de complicidades que atentan contra la sociedad y la colocan en estado de indefensión.

Grave resulta la mentira de quien gobierna. El daño del huracán es tan grande que ha causado miedo en el gobernante, tiene que esconderse ante la incapacidad de respuestas que restauren lo perdido, el temor al pueblo guerrerense, expone su negligencia, e irresponsabilidad. La insuficiente atención, la limitada visión ante la tragedia, avizoran una crisis prolongada. Crisis de confianza, económica, de seguridad, de salud, de educación, de alimentos, de servicios públicos.

Crisis de conciencias entre la sociedad y el gobierno; crisis en lo político electoral.
Nadie puede prever las consecuencias y el daño en toda su extensión. No se ha logrado un diagnóstico económico, político y social. Menos aún las posibles consecuencias en el mediano y largo plazos. El tiempo corto habla de pérdidas, crisis y dolor, de ausencias e ignorancias, de miedos e inseguridades sobre el futuro inmediato, para los damnificados del huracán, para los omisos y los abusivos, para locales y visitantes.

LOS DEMONIOS ANDAN SUELTOS EN GUERRERO

Las batallas de acapulqueños, coyuquenses y guerrerenses son múltiples y en diversos frentes, se harán de pie, con el orgullo y respaldo solidario de personas y organizaciones de la sociedad civil, con voces claras y firmes, de mujeres y hombres que luchan por su vida y su sobrevivencia.

La candidata Xóchitl Gálvez ha estado en su inicio de campaña en Coyuca de Benítez/Acapulco, muestra su solidaridad con los damnificados y expone las carencias e indiferencia del gobierno, el partido en el poder y su candidata. Ya lo habían hecho al no considerar un solo peso del presupuesto 2024, para la emergencia y la reconstrucción de Acapulco y Coyuca de Benítez.

Dicen en el pueblo que ante la tragedia, habrán de pagar los miserables indiferentes del poder/gobierno, habrá justicia humana y si no, justicia divina.