El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) alerto este martes que la deuda pública de México podría llegar hasta 69 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2030, esto si no se resuelven los problemas fiscales y se mantienen las políticas públicas actuales.
En videoconferencia, Alejandra Macías, directora de investigación de esta organización, aclaró que se trata de una proyección y no de un pronóstico, por lo que puede evitarse este escenario a través de cambios en las políticas públicas referente a lo fiscal, social y económico.
En ese sentido, enfatizó que la sostenibilidad fiscal es el tema más preocupante, ya que ante la transición demográfica, las futuras generaciones podrían nacer ya endeudadas.
Agregó que un crecimiento de la economía poco dinámico, mayores tasas de interés, el tipo de cambio y el déficit presupuestario son factores que influyen en la proporción de la deuda pública.
Por último, mencionó que la situación de los últimos dos años, en donde se registraron dos años consecutivos de contracciones del PIB, tampoco ayuda al panorama del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), la medida más amplia de la deuda.
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Por lo cual, señaló que la solución va más allá de una reforma fiscal, ya que se necesita un nuevo sistema tributario.
“Esto se puede evitar si se hacen los cambios relevantes en todas las políticas públicas actuales. Vemos que puede ser un poco complicado, pero los efectos que la insostenibilidad fiscal puede tener en las próximas generaciones son enormes. Hasta el momento, el gobierno ha gastado por arriba de su capacidad recaudatoria, lo que genera desequilibrios fiscales”, comentó.
En 2020, la deuda de México representó el 52.4 por ciento del PIB, una cifra histórica, en 2019 el nivel fue de 45.1 por ciento.
Además, el costo de esta deuda o pago por intereses representó el tres por ciento del PIB, el nivel más alto registrado desde el año 2000, llevándose una proporción del 11.4 por ciento del presupuesto de egresos en 2020.
Cabe recordar que Andrés Manuel López Obrador prometió durante su campaña electoral que no endeudaría a México, pero sus decisiones erróneas basadas locuras como cancelar proyectos y obras de construcción, sólo generan incertidumbre y desconfianza entre los inversionistas quienes optan por retirar sus capitales del país.
¿Ya se dio cuenta cómo AMLO sólo toma decisiones las cuales llevan al país a la ruina?
Con información de Milenio y El Economista
MSA
