A lo largo del año pasado, hemos observado que dentro de Morena hay un choque de ideas lo cual ha marcado profundas discusiones y conflictos entre sus integrantes.
Como ejemplo tenemos la polémica que se generó en torno a la renovación de su dirigencia nacional, cuando Yeidckol Polevnsky se quizo aferrar a su puesto y al final fue sustituida por Alfonso Ramírez Cuéllar.
Ahora, la lista de los 20 finalistas para ocupar uno de los cuatro lugares dentro del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) ha revelado aún más la división que hay dentro de este partido político, en especial en su bancada en la Cámara de Diputados en donde se ha develado la competencia interna que hay para las elecciones intermedias de 2021 y la sucesión presidencial dentro de cuatro años.
Cabe recordar que diputados radicales de Morena y del Partido del Trabajo (PT) desconocieron las quinteta finales para el INE, y buscaron tirar el proceso esto al argumentar que los finalistas eran “afines al viejo régimen”, pero al final aceptaron el listado.
Por su parte, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, defendió la lista de los aspirantes, esto al señalar que el proceso fue conforme lo marca la ley.
“Toda la política en Morena es imposible que no la leamos con los componentes de la elección intermedia y la sucesión presidencial; y conforme vaya pasando el tiempo esto será más evidente”, aseguró el especialista en política y temas electorales, Nicolas Loza Otero.
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En entrevista para el portal Forbes México, el especialista explicó que con este tipo de conflictos se puede visualizar dos divisiones en el poder legislativo: una en el Palacio Legislativo de San Lázaro que siguen a Delgado Carrillo y otros que son afines a Dolores Padierna.
Mientras que en el Senado de la República hay un grupo que respalda a su coordinador Ricardo Monreal y otros que apoyan a Martí Batres, ex presidente de la Mesa Directiva del Palacio Legislativo de Paseo de la Reforma.
Por ello, Loza Otero indicó que esta división recuerda a la dinámica que tenía el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Asamblea Legislativa del entonces Distrito Federal y en el Congreso de la Unión.
Por último, el especialista recordó que en todos los partidos políticas hay grupos; sin embargo, señaló que el peso de la figura de Andrés Manuel López Obrador en el partido sigue siendo fuerte, aunque sus intervenciones en los conflictos han sido limitadas.
“Todos estos conflictos tienen al final un destino en 2024, pasado por la estación de las elecciones del 2021, sobre cuántos candidatos va a poner cada una de estas facciones y por otro la dirigencia de Morena”, indicó.
¿Será que estas divisiones comprometerán aún más la 4T y desestabilizarán el proyecto de nación de AMLO?
Por último, ¿qué podíamos esperar si Morena está conformada por la basura, los desperdicios y todo lo malo del resto de los partidos políticos?
Con información de Forbes México
