¿QUÉ VA INFORMAR LÓPEZ OBRADOR?

La verdad es que todos los mexicanos esperamos con una mezcla de curiosidad y morbo, el primer informe que rendirá a la nación Andrés Manuel López Obrador.

Pero la verdad es que en mérito de la publicidad previa al acontecimiento, ya sabemos a que atenernos: a un acto presuntuoso, donde campeen a partes iguales, la egolatría, la ignorancia y la frivolidad, toda vez que si analizamos las circunstancias actuales del país, no sólo no hay nada que informar, sino tampoco nada es bueno.

Muchos nos preguntamos que va a informar López Obrador:

¿Será que vaya a admitir públicamente que consiguió su objetivo de dividir y enfrentar a los habitantes del país?

¿Será que vaya a informar que canceló un proyecto importante para el desarrollo del país como el aeropuerto de Texcoco y que a cambio decidió dar espejitos con el proyecto irrealizable de Santa Lucía?

¿Será que vaya a decir que pretende burlarse de nuestros soldados y denigrar al ejército, en beneficio de esa guardia pretoriana, que pretende hacer creer es nacional?

¿Será que vaya a presumir haber conseguido que las calificadoras resten puntos a nuestro país, haciendo perder la confianza a los inversionistas?

¿Será que vaya a decir con orgullo que terminó la guerra contra el narcotráfico, a cambio de aumentar la tasa de muertos de manera violenta?

¿Será que tenga el descaro de admitir que busca imponer a toda costa el aborto en detrimento de la vida de los niños mexicanos y la ideología de género, en contraposición al legítimo derecho que tienen los padres para educar a sus hijos?

¿Será que vaya a decir que le quitó recursos al sector salud para la compra de medicamentos y tratamientos y lo utilizó para la compra de estadios de béisbol para satisfacción de su megalomanía y sus caprichos?

¿Será que vaya a presumir que la economía no creció y que todos los indicadores económicos marchan a la baja?

¿Será que vaya a presumir todos los funcionarios de su gabinete que han renunciado, conscientes de lo demencial de su proyecto?

¿Será que vaya a enorgullecerse de haber podido deshacerse de las voces críticas que cuestionan las barbaridades que realiza su gobierno, cuando el mismo ha solicitado a medios y periodistas portarse bien?

¿Será que vaya a llenarse la boca presumiendo que ya forma parte de la mafia del poder a la que tanto criticó?

¿Será que pretenda decir que se requiere desaparecer el INE para que pueda imponer gobernantes a su antojo?

¿Será que vaya a decir que va a ignorar los amparos que se interpongan en su contra y que por eso quiere integrar un poder judicial a modo?

¿Será que vaya a reconocer abiertamente que aspira a modificar la constitución como hizo en Baja California porque aspira a reelegirse?

¿Será que vaya a ser sincero y confiese que su programa de gobierno brilla por su ausencia y sus políticas públicas se reducen a repartir dinero a todo aquel a quien se pueda y por eso no le preocupan la inviabilidad de sus proyectos como el tren maya y la refinería de Dos Bocas, que nunca se harán?

Son demasiadas cosas que tendría que informar, ninguna o muy pocas de ellas, buenas, por lo que es de presumir que un individuo con su limitada capacidad intelectual y su cantidad de complejos, optará por la salida más sencilla y acorde a su personalidad: autoelogiarse, aunque el hacerlo signifique la ruina nacional. Total, treinta millones de tarugos votaron por él y cree que eso lo autoriza para hacer lo que le da la gana. Veamos cuanto tarda México en desengañarse, aunque luego todo será más duro…

Dios, Patria y Libertad