¿Primero los pobres? No tanto. Solamente las élites que nos gobiernan y que toman las decisiones políticas a nivel estatal y federal han tenido el privilegio de contar con la realización de pruebas masivas para detectar el virus del COVID-19.
El pasado lunes, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, confirmó que dio positivo, con lo que se sumó a la lista de 12 mandatarios estatales que han contraído la enfermedad.
A ellos habrá que sumar los 15 colaboradores cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador –entre ellos varios secretarios de Estado—, los 786 servidores públicos del gobierno capitalino, 69 diputados federales, 211 trabajadores de San Lázaro y 160 personas en el Senado –entre legisladores y empleados– que han dado positivo.
No es que el Covid se haya ensañado especialmente con la clase política, sino que en ese sector sí hubo una aplicación masiva de pruebas, que se reflejó en un elevado porcentaje de servidores públicos y políticos contagiados.
A diferencia de la población común y corriente, las élites sí tuvieron el privilegio de que se les realizaran pruebas. En el Senado, tras la muerte del legislador de Morena, Joel Molina, se realizaron 805 pruebas PCR en solo 2 días, de las cuales 22 salieron positivas.
Hasta el pasado 27 de octubre se habían realizado en la Cámara de Diputados 11 mil 742 pruebas, mientras que en el Senado se habían aplicado hasta esa fecha dos mil 330.
Si se hicieran pruebas masivas entre la población en general como se ha hecho con las élites gobernantes, el número de infectados se incrementaría de manera potencial y se ubicaría muy por encima de lo que cotidianamente nos dice el súper subsecretario Hugo López-Gatell.
La decisión del gobierno mexicano de no realizar pruebas masivas y seguimiento de los casos detectados ha sido mencionada por especialistas en epidemiología como una de las causas por las cuales ha sido imposible contener la pandemia.
Ante los reiterados cuestionamientos, López-Gatell ha respondido con sus característicos galimatías de los que se alcanza a medio entender que México no hará pruebas masivas “por cuestiones técnicas”.
México es de los países que menos pruebas ha realizado entre la población común y corriente. El pueblo bueno, diría el presidente de la República.
El pasado 21 de agosto, el director de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud, Michael Ryan, reveló que el gobierno de nuestro país solo aplica tres pruebas por cada 100 mil habitantes, cifra risible en comparación con las 200 por cada 100 mil que aplicó Corea del Sur, una de las naciones que controlaron la pandemia con más eficacia.
Algunos países de Europa que sí realizaron pruebas masivas entre la población y que lograron contener la pandemia han empezado a retomar esta estrategia para enfrentar el rebrote.
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El gobierno de Eslovaquia anunció hace unos días que realizará pruebas anti Covid al total de su población, lo que implicará el despliegue de ocho mil efectivos de sus fuerzas armadas y aproximadamente 20 mil estudiantes universitarios.
La prueba será voluntaria. Pero el ciudadano que no quiera asistir a los módulos que se habilitarán para tal fin tendrán que quedarse en cuarentena rigurosa en sus domicilios durante diez días.
En México no habrá pruebas masivas para la población ni voluntarias ni forzosas. El gobierno de López Obrador prefirió hacer un guardadito presupuestal para las elecciones del próximo año que comprar pruebas. Y las pocas que han sido adquiridas con recursos públicos han sido preferentemente para las élites. ¿Primero los pobres? ¿Verdad que no?
OFF THE RECORD
ALERTAN SOBRE PACHANGAS
La diputada de Morena al Congreso de la Ciudad de México, Leticia Varela, alertó sobre la realización de fiestas en casas y restaurantes de las alcaldías de Coyoacán y Benito Juárez, en plena contingencia por la pandemia.
Mediante una propuesta de punto de acuerdo, la legisladora pidió que las autoridades de las citadas alcaldías, así como el Instituto de Verificación Administrativa, intensifiquen la vigilancia para evitar que se ponga en riesgo la salud de la población con la realización de estos eventos.
De manera conjunta, las dos citadas alcaldías tienen una población de un millón 45 mil 563 habitantes, casi lo mismo que tiene todo el estado de Tlaxcala.
**NUEVA POLICÍA TURÍSTICA
A partir de esta semana, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México mostrará su rostro más amable, a través de la recientemente renovada Policía Turística.
Se trata de un agrupamiento especial dirigido por Manuel Eduardo Flores Sonduk e integrado por 323 elementos que fueron capacitados específicamente para brindar servicio a turistas nacionales y extranjeros que visiten la Ciudad de México.
Estos uniformados se encargarán de vigilar y de brindar apoyo a los turistas en cines, templos, museos, galerías, y zonas de atractivo turístico como el Centro Histórico, Xochimilco, Chapultepec y la Zona Rosa, entre otros.
De acuerdo con las proyecciones, se espera que a pesar de las restricciones por la pandemia, en los próximos días empiecen a llegar oleadas de turistas a la capital, como ocurre cada fin de año.
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