¿Por qué la propuesta de México beneficia a Maduro?

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro aprovechó las declaraciones de México y Uruguay y aceptó reabrir el diálogo con la oposición. Sin embargo el llamado al diálogo planteado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sólo favorece al dictador venezolano.

Con el diálogo, el líder chavista sólo busca ganar tiempo en medio de la crisis que se generó en el país con la asunción del titular del Parlamento, Juan Guaidó, como “presidente interino”, decisión respaldada por Estados Unidos, la mayoría de los países de Latinoamérica y algunos de Europa.

El llamado a reabrir el diálogo sólo beneficia a Maduro porque de ese modo, México sigue reconociendo al dictador venezolano como interlocutor legítimo cuando en realidad su presidencia es ilegítima.

¿Por qué Nicolás Maduro es ilegítimo?

El diario peruano El Comercio conversó con tres constitucionalistas venezolanos, los cuales aclararon el porqué la acción de Guaidó es legítima y bajo qué argumentos legales se basaron.

Los expertos coinciden en que el inicio del segundo gobierno de Nicolás Maduro (periodo 2019-2025), quien juró ante el Tribunal Supremo de Justicia de su país, organismo que tiene una fuerte influencia del régimen, fue lo que desencadenó la disputa que hoy vemos.

El constitucionalista Rubén Ortíz Córdova remarca que Maduro fue elegido en un fraudulento proceso electoral, realizado el pasado 20 de mayo, el cual fue convocado por una Asamblea Nacional Constituyente controlada por el régimen y no por un organismo electoral, como ordena la Constitución.

De la misma opinión,  el abogado José Vicente Haro dijo que la legitimidad del gobierno de Guaidó reside en el artículo 233 de la Constitución.

Según el experto, es claro al señalar que si un presidente electo no puede juramentar para iniciar su mandato, la presidencia debe encargarse al presidente de la Asamblea Nacional hasta que se designe a un nuevo mandatario que culmine el periodo constitucional de gobierno de seis años.

Es de recordar que el chavismo y la oposición sostuvieron una mesa de negociaciones entre finales de 2017 y principios de 2018, pero terminó sin resultados luego de que ambas partes se acusaran mutuamente de romper los primeros acuerdos alcanzados. En este proceso intervino el Vaticano, pero tampoco resultó productivo.

Ahora, bajo la fuerte presión de la comunidad internacional, Nicolás Maduro aceptó reabrir el diálogo con la oposición. Sin embargo, la oposición venezolana no cree en la palabra de Maduro y se niega a dialogar con su gobierno.