Para “transformar” la educación del país, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador anunció un nuevo plan de estudios el cual tenga un enfoque “científico” y “humanista”.
Entre los cambios más destacados está la desaparición de los grados escolares para sustituirlos por seis fases de aprendizaje, con el propósito de “eliminar la competencia” y “dedicar mayor tiempo a los procesos cognitivos, emocionales, sociales, culturales que las y los estudiantes requieren para el desarrollo óptimo de sus capacidades”.
En ese sentido, el plan tiene como ejes la formación docente; codiseño de programas de estudio a cargo de maestras y maestros; el desarrollo de estrategias nacionales, y una “transformación administrativa”.
Además, la Secretaría de Educación Pública (SEP) señala que los libros de texto actuales fomentan “el modelo neoliberal”, por lo que su contenido debe ser modificado, además de plantear la eliminación de exámenes de evaluación internacional como PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes).
Sin embargo, expertos en este rubro criticaron los planes de este Gobierno Federal en materia educativa al acusar que en realidad lo que buscan es imponer su ideología en vez de atender problemas como la deserción.
No está enfocado en enfrentar la deserción
Patricia Ganem, investigadora de la organización Educación con Rumbo, señala que este plan de estudios carece de diagnóstico y no deja claro cómo se va a implementar ese modelo educativo.
“No hay una aclaración por parte de la Secretaria y lo único que escuchamos es que ‘los modelos anteriores eran terribles’, pero no dicen cómo lo implementarán ni se contempla el contexto actual derivado de la pandemia”, comentó.
Asimismo, dijo que este plan está “fuera de lugar” debido a que implica un doble esfuerzo para los docentes.
“Me parece que vamos a someter a los maestros a aprender una nueva metodología, que sí son capaces, pero volvemos a caer en la dinámica de decir ‘ya traemos rezago, hay niños que no han regresado a la escuela, y aún así nos van a dar nuevos dar materiales’. La inquietud es justamente sobre el contexto actual”, dijo.
Por su parte, Luis Arturo Solis Bravo, presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), considera que no habrá resultados positivos a partir de la implementación del modelo educativo que se plantea, pues hasta ahora solo se limita a expresiones sesgadas a partir de la opinión particular del Gobierno Federal.
“Ya han reformado algunas leyes y decretos, pero en el fondo el modelo educativo sigue siendo lo mismo, lo único que cambian es la semántica, y ahora presentan una prpuesta catastrófica y desafortunada”, expresó.
Por otro lado, lamentó que el proyecto educativo de la 4T no está enfocado en enfrentar la deserción y la pérdida de aprendizajes, entre otras consecuencias de la pandemia del coronavirus.
“Existe un atraso muy significativo en los aprendizajes,sobre todo en asignaturas básicas como español, ciencias y matemáticas, el abandono escolar se acentuó significativamente, y bajo estas circunstancias es que plantea un modelo educativo que no tiene claridad. Las prioridades son otras, ¿no habría que enfocarse en más recursos para recuperar lo perdido en la pandemia?”, cuestionó.
Responde a una postura ideológica
Alma Maldonado, integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), criticó este plan de estudios al considerar se trata de un modelo prueba-error, experimental e inconstitucional, y que no se tiene nada para echarlo a andar y no garantiza la educación científica ni de calidad.
“Se percibe que ni siquiera tiene los libros, que, si los hacen, sería una revolución. Se trata de seis libros nuevos para el pilotaje que aún no están listos, entonces estoy segura de que no tenían las cosas ya para arrancar este nuevo programa de estudios”, apuntó.
Por otro lado, expertos indican que la SEP debe estar enfocada en atender problemas como la deserción escolar, el rezago educativo en el que se encuentra el país y en los daños que enfrentan millones de estudiantes en el ámbito socioemocional, en vez de preocuparse por adoctrinar y suprimir conceptos “neoliberales” como “calidad educativa”, “competencia”, “eficiencia” y “productividad”.
“Ese discurso de acabar con el neoliberalismo responde a la postura ideológica de este gobierno. Pero más allá de esto, está la nula actuación de la secretaria de Educación, que debería prestar atención en los problemas del sistema educativo, no en y no en los shows de las asambleas para diseñar los libros de texto gratuito”, expuso Erik Avilés Martínez, especialista en temas educativos.
Y añadió: “evade o busca (la SEP) no absorber el paradigma cuantitativo y enfoques de eficiencia y productividad, ni de resultados en la educación, aunque en estos momentos no ha dicho nada sobre cómo reconstruir el modelo educativo, evadiendo paradigmas cuantitativos”.
No perciben ventajas para los estudiantes
Gilberto Guevara Niebla, director del Instituto de Investigación Educativa en la Universidad Autónoma de Guadalajara, consideró que la propuesta educativa que presenta la SEP empobrecerá aún más los aprendizajes de los estudiantes en las aulas.
“Lo que va a pasar es que si en las escuelas los aprendizajes son bajos, pues ahora serán más bajos. Con todo esto, se está destruyendo el sistema educativo nacional, que de por sí ya estaba deteriorado; el gobierno de la 4T lo quiere atrofiar totalmente”, señaló.
Eduardo Backhoff Escudero, expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), dijo que sustituir los grados escolares por fases educativas es un invento con el que tratan de simplificar la estructura administrativa de los grados escolares agrupando las asignaturas en dos grados.
En ese sentido, consideró que en este cambio para implementar las fases educativas no percibe ventajas en los aprendizajes de las niñas, niños y adolescentes.
“Yo no veo que cambiar de grados escolares a fases modifique o mejore los aprendizajes, pero éstos no son lo que le importa a esta administración. Esa es la gran ocurrencia para la nueva reforma curricular”, apuntó.
Con información de Expansión Política, El Universal y El Financiero
MSA
