PASCUA Y ESPERANZA

Especial

La semana pasada, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, confirmó a los niños preocupados por la llegada del conejito de Pascua durante el brote de coronavirus, que tanto él, como el Hada de los Dientes (aquí sería el ratón Pérez), eran considerados trabajadores esenciales, y los invitó a tener paciencia.

Como se puede imaginar, en este momento, por supuesto, estarán particularmente ocupados en casa también con su familia y sus propios conejitos”, dijo Ardern.

Para el cristianismo, la celebración de la pascua es la fiesta central en la que se conmemora la resurrección de Jesucristo después de tres días de haber sido crucificado. Es el fundamento de la fe cristiana.

La pascua señala el fin de la Semana Santa. Es una celebración de renacimiento y vida. El domingo de Pascua no tiene una fecha establecida como la Navidad. Se conmemora en el primer domingo después de la luna llena después del equinoccio de primavera. Por ello, a veces la celebración es en marzo y otras en abril.

¿Cómo llegó el conejo de Pascua al festejo?  Hay muchas versiones, pero todas coinciden que es un sincretismo.

Desde hace siglos, en ciertas partes de Europa, durante Eosturmonath (el mes que hoy llamamos abril), se celebraba a la Diosa Eostre, que representa a la primavera y la fertilidad. Los conejos, que se asocian con la fertilidad, se usaban desde entonces para las festividades, al igual que los huevos y flores.

Se cree que la palabra Easter (Pascua en inglés) deriva del nombre de la diosa. En muchas culturas, el huevo significa el inicio de la vida o un renacimiento. En varios países se regalan huevos de chocolate a los amigos y la familia para desearles una buena Pascua. Es un regalo de esperanza. La tradición pagana y la católica coinciden en un renacimiento, un nuevo comienzo.

El coronavirus ha logrado trastocar nuestras vidas. El que el conejo de pascua sea un “trabajador esencial” es una pequeña muestra de ello. Tengo esperanza que esta pandemia traiga un renacimiento como la Pascua.

Creo que podemos aprovechar la energía de renovación para hacer pequeños cambios en nuestra vida que hacen la diferencia. En México, de acuerdo con los expertos, pronto entraremos a la fase 3 y la mejor manera de regalar vida a quienes queremos, (además de los huevos de Pascua, para quien quiera hacerlo) es quedándonos en casa.

En estos días de incertidumbre, he aprendido a valorar los efectos que una decisión personal tiene en la colectividad. Vivimos en comunidades y los que podemos quedarnos en casa debemos hacerlo.

Solos y egoístas no vamos a llegar a ningún lado. Necesitamos unión para salir de esta crisis, sólo con el esfuerzo de todos podemos lograrlo.

En ocasiones sentimos que necesitamos renovarnos. De corazón deseo que esta Pascua, sea una fiesta para dejar atrás todo aquello que ya no necesitamos. ¡Buen Domingo de Pascua a todos!.

Que la alegría de la resurrección nos levante de la soledad, la debilidad y la desesperación a la fuerza, la belleza y la felicidad”, Floyd W. Tomkins

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