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Meade y el reloj de tres millones

La facultad que se arroga AMLO para expresar sin miramientos su desprecio hacia los demás, le jugó una mala pasada cuando mintió acerca de que José Antonio Meade promueve la Cruzada Contra el Hambre con un reloj que cuesta tres millones de pesos.

El titular de la Secretaría de Desarrollo Social usa, desde que era Canciller, un reloj negro de plástico, marca Casio, de 300 pesos, que da la hora de manera paralela: por manecillas y sistema digital.

Pero al hablar de relojes a AMLO lo alcanzó el pasado: vestía traje Hugo Boss y usaba reloj Tiffany (modelo Mark, de platino, automático, con fechador y correa de piel de lagarto) el 8 de agosto de 2003, mientras entregaba microcréditos a gente pobre, siendo Jefe de Gobierno.

Con miles de dólares encima, mostró su desprecio hacia los demás al afirmar: “Lo decía Juárez, la justa medianía, no sueldos altísimos, no coches de lujo, no viajes al extranjero, esas fantocherías que nada más sirven para utilizar el dinero de todos en beneficio de unos cuantos”.

Muy cercano al “pueblo”, pero el 19 de diciembre de 2011 dijo ante cuatro mil usuarios del Metro que “muchos no saben que el Metro cuesta dos pesos”, cuando en realidad costaba tres pesos. Ese día viajaba en camioneta de modelo reciente y llevaba chamarra Scappino.

El santón del populismo siempre miente. “Me cuida el pueblo”, decía en su campaña presidencial para 2012, pero el 9 de enero de 2009 la PGR descubrió en Sinaloa que era protegido por guardias de la PBI pertrechados con armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.

El 26 de octubre de ese año, mientras denunciaba frente al Senado que “la oligarquía se enriqueció en los últimos 20 años traficando influencias al amparo del poder”, su hijo calzaba tenis marca Louis Vuitton, diseñados por Kanye West con talón acolchado y hechos a mano con piel de becerro.

En esa campaña criticó al priista Enrique Peña por ser “el candidato de Televisa” y pagarle millones a la televisora, pero él mismo, cuando fue Jefe del GDF (2000-05) gastó el doble de dinero en promover su imagen en medios, que lo gastado por Peña cuando fue Gobernador del Estado de México (2005-11).

Según datos de la propia Secretaría de Finanzas del GDF, la administración de AMLO dedicó mil 209 millones de pesos en comunicación social; mientras que Peña usó 646.6 millones de pesos, de acuerdo con Fundar.

Y el 24 de mayo de 2012 sus colaboradores Luis Mandoki, Adolfo Hellmund y Luis Costa Bonino pidieron en una cena seis millones de dólares para él.

¿Así que AMLO quiere hablar de lujos y millones?

Pues su pasado siempre lo va a alcanzar.

Las muertes evitables y los años que perdemos

El Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED-UNAM), ha construido el primer informe sobre el desarrollo en México; documento en que participo como autor en el capítulo titulado “Riesgos Sociales”. Entre otra información, el análisis muestra que en México la mortalidad se comporta de manera distinta dependiendo del grupo de edad en que se ubican las personas.

Lo anterior se ve reflejado en un hecho sin precedentes en el país: hay entidades en las cuales se registra un retroceso en la esperanza de vida promedio de sus habitantes, debido fundamentalmente a tres razones: a) la violencia; b) la desigualdad; y c) la pobreza y la inseguridad alimentaria.

El dato no es menor, pues de acuerdo con el documento Panorama Epidemiológico y Estadístico de la Mortalidad en México, 2015, citado en el informe CS03112015-3sobre el desarrollo, los promedios de edad de las personas que fallecen se mueven drásticamente en relación con las causas que originan sus decesos.

Así, para las personas que pierden la vida a causa de las enfermedades del corazón, la edad promedio en que acaecen sus decesos son los 73.6 años de edad (menor que el promedio nacional, calculado por el INEGI en 74.2 años en 2014). Por otra parte, para las personas que fallecieron por diabetes el promedio es de 68 años, es decir, 6.2 años menos que el promedio nacional. Para quienes fallecen por cáncer, la edad promedio se ubica en 63.5 años, un dato 10.7 años menor al promedio nacional.

Por otro lado, hay padecimientos en los cuales el impacto en la población más joven es mayúsculo: quienes fallecen por enfermedades del hígado, la edad promedio al momento de la muerte es de 59 años, indicador 15.2 años por debajo del promedio nacional.

Hay además dos casos extremos: el de los accidentes, causa que genera defunciones en personas cuya edad promedio al perder la vida se ubica en 41.2 años; es decir, 33 años por debajo del promedio nacional. En el caso más grave, el de los homicidios, la edad promedio al momento del deceso se ubica en 31.8 años es decir, 42.3 años por debajo del promedio nacional.

Una década fatal

a) La mortalidad infantil

Los últimos diez años resultan paradigmáticos en materia de mortalidad en el país, pues es en los que se ha presentado la mayor cantidad de defunciones evitables y en exceso evitables en nuestra historia reciente.

Si se piensa en primer término en materia de mortalidad infantil, lo que se tiene es que, de acuerdo con las estadísticas sobre mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), entre los años 2004 y 2013 han fallecido en el país 299,894 niñas y niños antes de llegar a su primer año de vida; de ellos, UNICEF estima que alrededor del 60% son defunciones que pudieron haberse prevenido o hasta evitado. Esta cifra implica un promedio de 29,989 decesos anuales, y cerca de 18 mil casos que anualmente pudieron salvarse.

Al respecto es importante destacar que, según la propia información del INEGI, el peso relativo de la mortalidad infantil es de 5.5% respecto del total, para el periodo arriba señalado; empero, hay entidades en las que el porcentaje es mucho mayor. La lista la encabezan Tlaxcala y Puebla, como los estados más peligrosos para la niñez menor de un año, pues ahí las defunciones infantiles representaron, entre 2004 y 2013, el 8.2% del total de decesos registrados en el periodo.

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En segundo lugar se encuentra el Estado de México, pues el dato del INEGI es de 7.8% de defunciones infantiles respecto del total; en tercer sitio se ubica el estado de Tabasco, con un promedio de 7.4%; le sigue en cuarto sitio el estado de Quintana Roo, con 7.3%; en quinto lugar se ubica Querétaro, con un indicador del 6.7%.

b) Los homicidios y los suicidios

INEGI considera como defunciones violentas a los homicidios, los suicidios y los accidentes. En el caso de los homicidios, la tendencia ha sido señalada reiteradamente: entre los años 2004 y 2013, el promedio anual de defunciones por lesiones intencionales asciende a 17,439 casos anuales; empero, si se consideran sólo los últimos cinco años para los que hay información disponible (2009-2013), lo que se tiene es un promedio de 24,361 casos anuales, es decir, prácticamente 30% más que el resto del periodo.

En el caso de los suicidios la tendencia en números absolutos es a la alza, aunque su peso relativo, respecto de la totalidad de defunciones que se contabilizan anualmente se ha mantenido relativamente estable; en efecto, los datos del INEGI muestran que el promedio anual entre 2004 y 2013 es de 4,916 casos de suicidio. Sin embargo, si se toman como referencia sólo los últimos cinco años, el promedio que se tiene asciende a 5,476 casos.

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c) Los accidentes

En el caso de los accidentes, las estadísticas muestran un comportamiento relativamente estable: INEGI informa que entre 2004 y 2013 el promedio anual de defunciones por esta causa asciende a 37,555; y si se toman los últimos cinco años, a la inversa de lo que ocurre con suicidios y homicidios, el promedio es prácticamente el mismo, ubicándose en 37,660 casos anuales.

*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 03- Noviembre- 2015, p.20
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TOMADO DE LA PÁGINA DE MÉXICO SOCIAL

 

Detienen a proxeneta en Tabasco; operaba vía Facebook

Muchos son los que se han opuesto a la Ley Fayad sin concederle ninguna virtud ni beneficio.

Sin embargo, como lo hemos planteado en este espacio, es cierto que la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Informáticos –nombre oficial de la iniciativa– tiene serias deficiencias, ambigüedades y vacíos; pero también es cierto que contiene aspectos positivos, como la penalización de la “depredación sexual” por medios electrónicos.

Y es que éste es un problema real que a los “defensores de la libertad” no parece causarles mayor preocupación.

Aquí un caso.

Mientras la mayoría recordaba a sus muertos y otros tantos se daban a la parranda de Halloween, en Tabasco la Policía Estatal detuvo a un supuesto pederasta y proxeneta que operaba desde la impunidad de una cuenta de Facebook.

Según los informes de la prensa local, Mario Salazar Cruz, un arquitecto de 42 años de edad,  fue arrestado por varios delitos, entre ellos, pederastia y trata de blancas.

La detención sucedió luego de que los padres de una adolescente de 13 años denunciaran que ésta había sido secuestrada. Las autoridades comenzaron las pesquisas y rastrearon a Salazar Cruz mientras se disponía a enganchar a otra menor con quien se encontraría en un centro comercial.

La averiguación previa CAMVI/II/784/2015 iniciada contra Salazar Cruz describe el modus operandi del sujeto. Primero, contactaba a sus víctimas –en su mayoría escolares– a través de Facebook; las convencía de conocerse y, una vez que se ganaba su confianza, las llevaba a un motel donde las drogaba y abusaba de ellas. El siguiente paso era forzarlas a prostituirse en complicidad con una mujer identificada como “Bianca”.

Con todo esto, ¿qué dirán los “defensores de la libertad” que, en su perspectiva de buenos y malos, no ven la necesidad de una regulación –que no censura– del uso de redes sociales? Aquí no apoyamos la aprobación de la Ley Fayad en su estado actual, pero sí reconocemos la necesidad de una ley que tipifique este y otro tipo de delitos que se cometen desde las redes sociales.

Censura, doble moral y conductas criminales

Como ya es costumbre en parte de la sociedad mexicana –sobre todo en la “sociedad cibernética”–, el debate sobre la mal llamada “Ley Fayad” se quiere reducir a “buenos” y/o “malos”.

Los “buenos” serían aquellos exaltados que denuncias imaginarios o reales intentos de censura –la mayoría sin leer la propuesta y sin entender nada de censura–, y los “malos” estarían del lado de quienes lejos del maniqueísmo y lo “políticamente correcto” consideran positivo tipificar conductas criminales que pululan en internet y en redes sociales.

Aquí nunca apoyaremos y tampoco aplaudiremos iniciativa alguna que atenten contra libertades básicas –como la de expresión, que es termómetro de la calidad democrática–, pero tampoco caemos en la trampa de lo “políticamente correcto”; seguidismo que resulta peor que la censura misma.

Y es que si bien la “Ley Fayad” tiene serias fallas de interpretación y redacción, también es cierto que pega en el blanco de un problema que sólo los necios se niegan a ver; las conductas criminales que abundan y se multiplican en internet y que han proliferado en redes sociales hasta convertir en celebridad a los “matones” a sueldo en las redes y en internet.

Lo primero que deben saber los que “borreguean” el seguidismo de lo “políticamente correcto” es que detrás de internet y las redes existen grupos poderosos grupos empresariales globales a los que vale madre la censura. Son empresas privadas que censuran según la conveniencia de su negocio. Y a pesar de suman miles los ejemplos, pocos usuarios protestan por esa censura.

Por ejemplo, en Francia y en medio de la polémica, Facebook bloqueó a un profesor que publicó la imagen del cuadro “El origen del mundo”, de Gustave Courbet, que muestra el sexo de una mujer y bloqueó la cuenta del museo donde se exhibía la obra también por compartirla. Instagram se vio envuelta en polémica debido a la censura de una imagen de una mujer mostrando los pezones. Twitter ha estado en el ojo de huracán por sus políticas en contra de desnudos e imágenes “violentas”. Bloquea videos de decapitaciones pero en esa misma red social circulan miles de videos en donde niños y adolescentes practican el bullying en contra de sus compañeros.

¿Cuántos usuarios se escandalizaron, le mentaron la madre o dejaron de usar esas redes en protesta por la censura? Doble moral.

Lo que propone la iniciativa del senador Fayad no es más que dar tipo penal y la respectiva sanción, a las conductas que se expresan en internet y en redes y que en el cotidiano son delitos que dañan a terceros.

¿Quién negaría la sanción a pederastas cibernéticos? ¿Quién defendería la “libertad de expresión” de acosadores sexuales de menores, en redes e internet? ¿Quién aplaudiría a cobardes que anónimos o en forma abierta amenazan de muerte a los que piensan distinto? ¿Quién defendería a los sembradores de odio que difaman, calumnian y denigran por razón de credo religioso, preferencia sexual, origen racial o color de la piel? ¿Quién defendería “la libertad de expresión” de aquellos que roban documentos privados, los exhiben como expresión de venganza u odio, a pesar de que ponen en peligro la vida de las personas?

Son muchas las conductas delictivas impunes que crecen al amparo de las impolutas y sacrosantas redes e internet. Y si en la vida cotidiana, fuera de las redes, esas conductas son delictivas y la sociedad acepta que deben ser sancionadas, ¿por qué llamarse a sorpresa si se propone el mismo tipo penal en redes e internet?

¿Debate engañabobos?

Al tiempo.

Tomado de El Universal

Excluidos sociales atrás del ataque al Mexibus

Los hechos:

La madrugada del sábado, en ocho vehículos del Mexibús, se colocaron bombas caseras.

Tras las detonaciones, sólo cuatro unidades resultaron dañadas.

El grupo anarquista “La Secta Pagana de la Montaña” se adjudicó el atentado.

Con el ataque, de acuerdo con afirmaciones del grupo, pretendían demostrar su rechazo al frenético avance del desarrollo moderno, así como a la invasión y destrucción de la naturaleza.

¿Ante qué estamos?

En entrevista para La Otra Opinión, el Profesor Roberto García Jurado –Investigador de la UAM Xochimilco–, advirtió que estas acciones sólo se explican con la exclusión social.

De acuerdo con el experto, la impunidad, la falta de oportunidades, la desigualdad y los actos de injusticia detonan agresiones como la que sufrió el Mexibús –sistema de transporte del estado de México–, el pasado fin de semana.

Y aunque el propio Roberto García Jurado asegura que nada justifica los actos de barbarie y de vandalismo, también advierte que la autoridad está obligada a enfrentar estas problemáticas desde todas sus vertientes.

Es decir, que no basta con perseguir a los responsables de lo ocurrido en el estado de México, en realidad, hace falta combatir las causas de estas agresiones.

O si lo prefiere, que la autoridad está obligada a hacer su trabajo. De lo contrario, seguirán ocurriendo ataques como los del fin de semana pasado.

Incluso en la muerte hay desigualdad

Dice el Maestro Mario Luis Fuentes –ex titular del DIF y del Instituto Mexicano del Seguro Social–, que incluso en la muerte existe desigualdad.

A propósito de la celebración del día de muertos, el también investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, explicó que factores como la pobreza, la desigualdad y la marginación provocan muertes que pudieron evitarse.

En entrevista para La Otra Opinión, Mario Luis Fuentes compartió cifras de terror:

  • Cada año, 28 mil niñas y niños mueren en México. El 60 por ciento de estas muertes son evitables.
  • Cada año, cerca de 80 mil mexicanos mueren por falta de sistemas de salud o por llevar un estilo de vida que no previene las enfermedades cardiovasculares.
  • Cada año, 35 mil mexicanos mueren por muertes asociadas a males del hígado por consumo de alcohol.
  • Cada año, otros 35 mil mexicanos mueren en accidentes.
  • El año pasado, 23 mil mexicanos murieron asesinados.
  • El año pasado, 6 mil personas decidieron quitarse la vida. Casi todos, hombres jóvenes.

En buena medida, muchas de estas muertes pudieron evitarse.

Sin embargo, las malas condiciones del sistema de salud, la pobreza, la falta de equidad y la desatención de la autoridad, hizo imposible prevenir estas muertes.

En ocasiones, concluyó el experto, la única reacción ante la muerte es el silencio. No obstante, frente a muertes como las antes mencionadas –muertes que pudieron prevenirse–, sólo queda la denuncia, la indignación y el conocido grito de “ni una más”.

En espera del humo blanco en la UNAM

De un momento a otro se conocerá el nombre del nuevo Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En los próximos días, el Consejo Consultivo de la UNAM decidirá cuál de los 10 finalistas deberá liderar los trabajos de la Máxima Casa de Estudios.

Y en cuanto menos se espere, saldrá a la luz el nombre de quien tendrá el poder que muchos secretarios de Estado no tienen. Porque la UNAM tiene más recursos, más infraestructura y más alcances que algunas de las oficinas que se encuentran en la cúpula del gobierno federal.

Acaso por eso, nadie quiere hablar de la UNAM.

En el momento en que el futuro de la Universidad se encuentra en el aire, los expertos guardan silencio.

Sin duda, muchos piden que exista un proceso limpio, que haya piso parejo y que se elija al mejor.

A su vez, otros exigen que el gobierno federal se mantenga lejos de la elección y que sólo el espíritu universitario sirva de timón y guía a la hora de votar al próximo Rector.

No obstante, prácticamente nadie se atreve a pronunciarse –al menos en público–, a favor o en contra de alguno de los candidatos.

En realidad, muchos apuestan por las evasivas, otros se van por las ramas y algunos, de plano, cambian el tema.

Y es que nadie quiere comprometerse, nadie quiere tomar partido; todos esperan el humo blanco en la UNAM.

Evidentemente, nadie quiere quedar atrapado en el lado oscuro de la luna.

Evidentemente, muchos temen apoyar al caballo equivocado.

Y evidentemente, todos buscan caer de pie.

Por eso, cuando todo el mundo debería hablar de la UNAM, nadie quiere hablar de la UNAM.

Cosa curiosa.

AMLO, El aeropuerto sólo está en su cabeza

Dice Andrés Manuel López Obrador que este martes, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, presentará su propio proyecto de Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Dice Andrés Manuel López Obrador que su proyecto de aeropuerto sí es bueno. Todos los demás, aparentemente, no.

Y dice Andrés Manuel López Obrador que su aeropuerto será más barato, más efectivo y mejor que el proyecto que ya se discutió, ya se aprobó y ya construye el gobierno federal.

Sin embargo, lo que Andrés Manuel López Obrador no dice es que el aeropuerto del que habla sólo existe en su cabeza.

Es decir, no es nada. Que carece de seriedad. Y que es una tomada de pelo. ¿Por qué?

Porque Obrador no es servidor público.

Porque Obrador no ocupa un espacio de gobierno.

Y porque Obrador se encuentra en una grosera campaña adelantada por la presidencia de la República.

Por eso, esta idea del “otro aeropuerto” es tan seria como su torcida aproximación a la forma de extraer el petróleo.

Este “otro aeropuerto” es tan serio como su honestidad valiente.

Este “otro aeropuerto” es tan serio como la renovación moral de México.

Este “otro aeropuerto” es tan serio como sus segundos pisos.

Y este “otro aeropuerto” es tan serio como todo lo que dice o hace López Obrador. Un experto en farsas.

Nuño y Bronco… en campaña

Dice el dicho que si parece pato, nada como pato, grazna como pato y tiene patas, pico y plumas de pato… seguramente es un pato.

Por eso, si el secretario de Educación Pública parece estar en campaña; si todo lo que hace parece campaña y si todo lo que dice parece campaña… ¡entonces está en campaña..!

Y en una de esas coincidencias de la vida, en el acto de campaña de este lunes, el secretario Aurelio Nuño coincidió con otro político que también está en campaña: el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, el Bronco.

A decir verdad, sería necesario vivir en otro planeta o ser demasiado terco para negar que ambos políticos –Nuño y el Bronco–, se encuentran en abierta campaña política.

Ambos, evidentemente, buscan la presidencia de la República.

Y ambos, como ya se dijo, aparecen en una de las imágenes más populares de este lunes.

Según se afirmó, Aurelio Nuño y Jaime Rodríguez se reunieron para analizar los avances en la implementación de la reforma educativa en Nuevo León.

Sin embargo, aunque la educación debería ser una prioridad no sólo para Nuño y para Rodríguez, sino para todos los que ocupan un espacio de poder; lo cierto es que en este momento, la educación quedó reducida a carnada electoral.

A la vista de todos, Aurelio Nuño construye su campaña presidencial desde la SEP.

Por eso preguntamos, ¿y la educación?

¿En qué momento de su activa agenda mediática –y política–, el secretario Nuño atiende los asuntos de fondo?

¿Cuándo se corrigen los problemas de diseño de programas de estudio, de falta de infraestructura, de desgaste en la imagen de los profesores y directores?

¿Cuándo trabaja por los verdaderos problemas de la educación en México?

¿Será, acaso, que el señor Nuño cree que con política se resuelven todas las fallas?

La apretada agenda semanal

Entre el 2 y el 5 de noviembre, la agenda política nacional estará más apretada que un vagón del Metro en hora pico. Y para muestra, 10 razones:

Uno. En cualquier momento, el consejo consultivo de la UNAM elegirá al próximo rector universitario. Aquí creemos que la disputa se reduce a dos candidatos: El Doctor Francisco Bolívar Zapata y el Doctor Sergio Alcocer.

Dos. El martes, los perredistas definirán la fecha de su próximo Consejo Nacional. En esa ocasión, los amarillos elegirán a su próximo dirigente nacional. Todo indica que cargo será para el neoperredista Agustín Basave.

Tres. A propósito de Basave, el viernes 5 de noviembre, el también diputado presentará su libro “La cuarta socialdemocracia”. ¿También Basave hace campaña con libros?

Cuatro. El miércoles, los magistrados del Distrito Federal elegirán al presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México. Todo apunta a que –a pesar del juego sucio de Morena–, el Doctor Edgar Elías Azar repetirá en el cargo.

Cinco. También el miércoles, la Primera Sala de la Suprema Corte discutirá el consumo libre de mariguana. Como ya hemos dicho, aquí estamos convencidos de que corresponde al Congreso –y no a la Corte–, llevar a cabo ese debate.

Seis. Entre el martes y el jueves, el INE corregirá la plana. Una vez más, los consejeros electorales discutirán y anunciarán la desaparición del Partido del Trabajo y del Partido Humanista. El “error” del INE –que trajo de vuelta a ambas agrupaciones–, costará al erario uno 100 millones de pesos.

Siete. El miércoles –luego de un año, un mes y una semana–, finalmente comparecerá el director de la Escuela Normal de Ayoztinapa. Nos referimos al señor José Luis Hernández.

Ocho. El jueves, el presidente de Cuba –Raúl Castro–, visitará México por primera vez desde que asumió el cargo. No está de más recordar que el vínculo entre México y Cuba se tensó luego de algunas diferencias diplomáticas.

Nueve. Para finales de esta semana, la Morena de Andrés Manuel López Obrador deberá concluir su berrinche. Luego de días de negarse a instalar las comisiones que le corresponden en la Asamblea Legislativa, si insisten en la negativa, perderán los espacios. Y…

Diez. De un momento a otro, el ex jefe de Gobierno Marcelo Ebrard –quien aparentemente ya está de vuelta en México–, podría reaparecer en los comederos políticos y en los medios de comunicación.

¡Vaya semana..!

La Otra Opinión