Hace unos instantes se confirmó que el diputado Quirino Ordaz será el candidato del PRI al gobierno de Sinaloa

Es decir, que el caballo negro de la contienda –cuyo nombre era poco conocido hasta hace semanas–, será quien abandere al tricolor en la elección del próximo cinco de junio.

Dicen los enterados que a pesar de que el priismo habla de Quirino como su candidato de unidad, lo cierto es que el destape de Ordaz Coppel sería una derrota para el gobernador en turno, Mario López Valdez.

Y es que el delfín del gobernador habría sido el actual secretario de gobierno, Gerardo Vargas.

O si lo prefiere, que Sinaloa será otro de los estados en que el gobernador no será quien empuje al candidato tricolor.

Pero, ¿cómo se entiende que un político poco conocido se convierta en el abanderado del PRI? ¿Qué significa que Quirino Ordaz –y no Gerardo Vargas–, represente al tricolor en el proceso electoral?

Según se sabe, atrás de Quirino Ordaz estaría el ex vocero presidencial, David López. O si lo prefiere, que ante el fracaso de López por asegurar la candidatura tricolor, el político habría inflado la figura de Quirino Ordaz y, en los hechos, arrebató la candidatura al gobernador sinaloense.

En este contexto, David López habrua vencido a MALOVA, como se conoce al gobernador de Sinaloa.

Sin embargo, en este escenario, existen versiones de que el gobernador MALOVA podría dar su apoyo a un candidato distinto al PRI. Es decir, que como publicamos en el Itinerario Político, en Sinaloa se cocinaría una candidatura independiente con posibilidades reales de triunfo. Nos referimos, desde luego, al ex panista Manuel Clouthier, quien luego del destape de Quirino Ordaz, podría contar con el apoyo del gobernador.

Como seguramente sabe, desde hace días crece un importante escándalo en Quintana Roo.

Resulta que la construcción del llamado Malecón de Tajmar provocó un grave ecocidio.

El conflicto, según se sabe, sería entre el gobierno estatal –que encabeza Roberto Borge–; y el gobierno federal.

Por un lado, el gobierno estatal asegura que se cumplió con todos los procesos y procedimientos que marca la ley.

Por el otro, las dependencias federales responsables del cuidado del medio ambiente mantienen una postura ambigua.

Por lo que se ve, el daño ecológico es gravísimo.

Por donde lo mire, alguna autoridad hizo mal su trabajo.

No obstante, tampoco sobre preguntar, ¿existirá alguna relación entre el escándalo que detonó el ecocidio y el proceso electoral del próximo cinco de junio?

Después de todo, Quintana Roo es uno de los 12 estados que renovarán a su gobierno estatal.

Además, dicen los enterados que en Quintana Roo, el priismo ha enfrentado severas complicaciones para nombrar a su candidato.

Según parece, el gobernador Borge está empecinado en impulsar a sus favoritos; no obstante, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI tendría a otros políticos en la mira.

El choque de fuerzas tendría en vilo el destape de Quintana Roo.

En esta lógica, insistimos, ¿tendrá algún remate electoral el conflicto por el ecocidio en Quintana Roo?

¿Por qué, de la nada, el gobernador Borge cayó en el ojo del huracán?

¿Existe, acaso, alguna intención política?

El jueves por la tarde, el panismo tamaulipeco ungió a su candidato al gobierno de aquella entidad.

El elegido –de una escueta lista de contendientes– fue el senador Francisco García Cabeza de Vaca.

Para ser francos, el nombramiento sorprende a pocos.

Cabeza de Vaca es el único perfil competitivo de Acción Nacional en Tamaulipas.

Además, en años recientes, el senador ha trabajado en construir su candidatura.

Y para rematar, es uno de los pocos políticos de oposición con posibilidades reales de triunfo.

Anteriormente comentamos que Tamaulipas es uno de los pocos estados que no conoce la alternancia. O si lo prefiere, donde siempre ha gobernado el PRI.

Pero es incluso más importante que el gobierno de Egidio Torre Cantú –el gobernador tricolor en funciones–, ha sido uno de los más ineficientes, más inoperantes y más ineficaces en muchos años.

Por si lo anterior le parece poco, también es cierto que el priismo tamaulipeco no ha logrado ponerse de acuerdo en quién será su abanderado al gobierno local.

De hecho, crecen los rumores de que algunos ex gobernadores intentarían meter la mano en el proceso para empujar a sus favoritos.

En este contexto, el priismo tendrá severas dificultades para mantener el gobierno de aquella entidad.

En consecuencia, Francisco García Cabeza de Vaca tendría posibilidades de triunfo.

Por cierto, no sobra recordar que en 2014, el senador panista fue víctima de un atentado. Además, tampoco está de más traer a cuenta que cada vez que mencionamos al político panista, en redes sociales somos objeto de todo tipo de agresiones del ejército de bots.

La tarde del jueves, el jefe de los priistas, Manlio Fabio Beltrones, se reunió con los siete tricolores que persiguen la candidatura al gobierno de Oaxaca.

Al encuentro, no está de más explicar, no acudió el empresario Gerardo Gutiérrez Candiani, quien hasta finales de 2015, se desempeñó como el titular del Consejo Coordinador Empresarial.

Pero no se confunda. La ausencia de Gutiérrez Candiani no fue un desaire al PRI y tampoco debe verse como su salida anticipada de la contienda.

Según el propio Beltrones, el hombre de negocios no fue convocado por la sencilla razón de que no es priista.

Pero hay más.

Horas después del encuentro, el senador oaxaqueño Eviel Pérez Magaña publicó una fotografía con quienes dijo eran sus amigos.

En la instantánea aparecían el ex titular del infonavit, Alejandro Murat; la diputada Mariana Benítez Tiburcio, el ex secretario general de gobierno de Oaxaca, Alfonso Gómez Sandoval, el diputado federal Samuel Gurrión, y el propio Eviel Pérez Magaña.

Llama la atención que los cinco políticos son precandidatos al gobierno de Oaxaca.

Llama la atención que los cinco acudieron a la reunión con Manlio Fabio Beltrones y firmaron un pacto de unidad.

Y llama la atención que los cinco priistas parecen haber hecho el feo a Gerardo Gutiérrez Candiani.

Y es que en la fotografía –que cada uno compartió en su cuenta de Twitter–, nada se dice del empresario que también coquetea con buscar el gobierno de Oaxaca desde las filas del PRI.

Por eso preguntamos, ¿será que los priistas ya enfilaron sus misiles en contra del empresario?

Desde hace días, circulan versiones envenenadas en la prensa nacional.

La más reciente asegura –sin pruebas–, que el secretario de Gobierno de Sinaloa –Gerardo Vargas–, sería la mano que meció la cuna en el caso de la diputada Lucero Sánchez.

Como seguramente recuerda, la ex legisladora panista –pues recientemente pidió licencia a su espacio en la bancada azul–, fue citada a declarar ante la SEIDO por su presunta cercanía con Joaquín, el Chapo, Guzmán.

Y aunque todo el mundo se escandaliza por la supuesta relación de una diputada sinaloense con uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo, resulta que nadie sabe quién apadrinó a la diputada.

En este contexto, alguna mano interesada dejó circular el rumor de que Gerardo Vargas, secretario de gobierno de Sinaloa, habría sido el responsable de encumbrar a la “chapodiputada”.

El asunto no es menor porque Vargas es uno de los más adelantados en la carrera por la candidatura del PRI al gobierno de Sinaloa. De hecho, dicen los enterados que su nombramiento es cuestión de tiempo.

Por lo anterior, los chismes y rumores en contra de Gerardo Vargas parecen ser evidencias de la guerra sucia que se vive al interior de las filas del priismo sinaloense.

Y es que no sobra recordar que las mismas manos interesadas trataron de crecer –de la noche a la mañana–, a bateadores emergentes como el diputado Quirino Ordaz.

Y del mismo modo, tampoco está de más señalar que cuando la guerra sucia se concentra en un objetivo –como Gerardo Vargas, en este caso–, seguramente es porque algo temen.