La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó la detención domiciliaria del expresidente y actual senador, Álvaro Uribe Vélez, por los presuntos delitos de soborno y manipulación de testigos en uno de los casos que afectan al político, que gobernó el país andino entre 2002 y 2010.
El tribunal investiga un caso en el que alrededor de una decena de testigos denuncian que recibieron compensaciones a cambio de ofrecer testimonios para favorecer a Uribe.
Entre esas declaraciones figura la de un antiguo paramilitar que en una primera fase del juicio había involucrado a Uribe al nacimiento de un bloque de las Autodefensas colombianas.
La orden de detención, que podrá prolongarse por máximo un año, debe cumplirse de forma inmediata. Sin embargo, la medida admite reposición por parte de la defensa del expresidente, aunque tal recurso no congela los efectos de la resolución jurídica.
El caso de Uribe se remonta a 2012, cuando presentó una denuncia contra el senador progresista Iván Cepeda ante la Corte Suprema por un supuesto complot, con falsos testigos en cárceles colombianas, a fin de involucrarlo en actividades de grupos paramilitares.
Sin embargo, el alto tribunal se abstuvo de procesar a Cepeda y pidió investigar a Uribe bajo la sospecha de haber manipulado testigos contra el congresista del Polo Democrático.
La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la Patria
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) August 4, 2020
Con información de El País y RT