Las imágenes de hoy no requieren descripción –pues están por todos lados–, pero sí demandan explicaciones.
Las fotografías son del enfrentamiento en Nochixtlán, Oaxaca.
Como sabe, luego de una jornada de saqueos, de movilizaciones y de bloqueos; policías federales y estatales hicieron frente a la CNTE y a las organizaciones violentas que se sumaron a sus provocaciones.
Al final del incidente había seis personas muertas –que según el gobierno estatal no se encuentran afiliadas al magisterio–; además de 55 policías heridos, 53 civiles lesionados y 24 detenidos.
Por donde se mire, lo ocurrido en Nochixtlán es gravísimo. Nadie en su sano juicio podría poner en duda la violencia, la trascendencia y las repercusiones que tendrá la jornada violenta en Oaxaca.
Sin embargo, también es cierto que alguien miente.
De acuerdo con el Comisionado de la Policía Federal –Enrique Galindo–, los policías no portaban armas de fuego durante el enfrentamiento.
De hecho, siempre según Galindo, los rifles y pistolas habrían llegado hacia el final del incidente; cuando la CNTE y sus comparsas abrieron fuego contra los agentes.
No obstante, otros aseguran que desde un principio, la Policía se mostró violenta y atacó a los manifestantes.
¿Quién tiene razón? ¿quién miente?
Más aún.
Los que sostienen que en Nochixtlán vimos una reedición del Halconazo del 71 o de la masacre de estudiantes del 68; olvidan detenerse a preguntar, ¿de verdad sería posible que la policía federal, a la vista de todos, ante la prensa internacional y en medio de escándalos previos como Ayotzinapa y Tlatlaya; cometiera un error de este tamaño?
Seguramente no.
Por eso, insistimos, ¿quién miente?
¿Por qué, una vez más, los mismos de siempre intentan regar la especie de que fue el Estado?
¿Por qué, una vez más, los mismos de siempre repiten el grito de “Peña Nieto” asesino?
¿Por qué, una vez más, los mismos de siempre parecen montar un nuevo ariete contra el gobierno federal, luego de lo ocurrido en Oaxaca?
¿Quién tiene razón? ¿quién miente?
