El pasado 22 de enero, la comunidad de Ayahualtempa, Guerrero, le dio la vuelta al mundo después de que presentaron a 19 menores de edad armados, los cuales son parte de la policía comunitaria de ese lugar.
Sin embargo, cuando a el presidente, Andrés Manuel López Obrador, lo cuestionaron sobre este tema, aseguró que dichas personas eran “sicarios”, cosa que no es verdad, pues en realidad pertenecen a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Pueblos Fundadores (CRAC-PF).
Ante esta situación, su coordinador y fundador, Bernardino Sánchez Luna, le recriminó al tabasqueño que los haya calificado de esa manera, pues ellos decidieron usar las armas para protegerse de grupo criminales como ‘Los Ardillos’ y ‘Los Rojos’, mismos que han secuestrado y asesinado a varios de sus familiares y conocidos.
“(La mayoría de los pobladores) vive con mil pesos mensuales, no hay mucho que gastar, producimos lo que comemos; tampoco hay muchas formas de ganar más dinero, por eso recriminamos lo que dice el presidente de que somos sicarios, si fuera así tuviéramos nuestras camionetotas y casotas, debería de venir antes de hablar para que conozca la situación”, reclamó Sánchez Luna al primer mandatario.
Dado que la situación no ha cambiado y las autoridades los han dejado en abandono, los miembros de la CRAC- PF –que se compone de 600 indígenas armados en comunidades pertenecientes a Chilapa y José Joaquín Herrera–, no bajarán las armas y seguirán adiestrando a niños para defiendan a sus comunidades.
A todo esto, ¿qué espera el López Obrador para atender esta problemática?
Con información de Sin Embargo