No estaban muertos estaban de parranda…

 

En 1982, el escritor de “la onda”, José Agustín publicó la novela Ciudades Desiertas, de la cual hace unos meses se estrenó una versión cinematográfica protagonizada por Gael García Bernal.

La historia se centra en los personajes de Susana y Eligio, una pareja descompuesta que termina por disolverse al inicio de la novela, cuando ella, sin decirle nada a su esposo, huye a Estados Unidos con el fin de tomar un taller para escritores.

De este modo, Eligio al llegar una noche a su casa se da cuenta de que la mujer se ha ido; sin embargo, su malsano optimismo lo convence de que quizá le ocurrió algo malo y la busca con desesperación en hospitales, ministerios públicos y hasta en Locatel, donde le abren los ojos y le dicen: “tu mujer no está desaparecida, tu mujer te abandonó”.

Es así como el macho mexicano emprende la búsqueda de su hembra y cuando da con su paradero no duda en ir por ella.

Mientras tanto, Susana está pasándola de lo lindo en Estados Unidos en compañía de gente que comparte sus aspiraciones y un poeta polaco que sustituye en su vida a Eligio… Hasta que éste la encuentra.

Resulta curioso cómo esta novela se parece tanto a la realidad, y es que, ¿cuántas personas no desaparecen, preocupan a las familias y al final resulta que no estaban en peligro sino en todo lo contrario?

Apenas este lunes en el municipio de Puruándiro, Michoacán, comenzó a correr el rumor de que el sacerdote José Alfredo López Guillén había sido secuestrado.

El hecho causó impacto porque apenas se había dado la noticia del asesinato de dos curas en Veracruz.

Para el jueves, la Conferencia del Episcopado Mexicano confirmó el plagio. Sin embargo, esta mañana el medio digital Quadratín dio a conocer las imágenes de un vídeo en el que se ve al sacerdote saliendo de un hotel en compañía de un menor de edad.

Las el vídeo supuestamente tiene fecha del pasado lunes; es decir que de asegurarse su veracidad, la versión del secuestro quedaría descartada.

En la novela Susana se va de casa sin decir nada porque tenía serías dudas con respecto a su matrimonio.

En el caso del párroco José Alfredo López Guillén hace falta saber por qué no dijo a nadie su paradero…

Mientras tanto, quedó en evidencia la ineficacia de las autoridades para buscar a una persona desaparecida y la manera en la que la grey católica protege a sus sacerdotes… ¿O no?