En su último reporte, la Secretaría de Salud (Ssa) reveló que México cuenta con 110 mil 26 casos positivos de coronavirus, mientras que 13 mil 170 personas han perdido la vida a causa de esta enfermedad.
Pese a que este virus no respeta clases sociales, ni género, ello no ha evitado que la población pobre sea la más dañada por esta pandemia.
Un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reveló que los 224 municipios más pobres del país han sido los más afectados por el COVID-19, ya que ellos se han registrado 143 decesos y 863 personas contagiadas.
En ese sentido, la letalidad por el brote de este virus en las zonas de mayor rezago es de casi 18 por ciento, mientras que el promedio nacional se ubica en 11.8 por ciento.
Por otra parte, el Coneval presentó un mapa sobre la presencia del COVID-19 en los 32 estados del país; allí se detectó que sólo un seis por ciento de la población proveniente de esos 224 municipios más pobres, tiene derecho a recibir atención médica.
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Pese a que en algunas entidades como la Ciudad de México, el Estado de México, Tabasco y Baja California se concentran el mayor número de casos positivos, también se han registrado contagios en cuatro de cada 10 de los 623 municipios indígenas del país, 53 de ellos con un índice de pobreza superior al 90%.
Según la Coneval, estas poblaciones son especialmente frágiles ante el virus “debido a las limitaciones o ausencia de la infraestructura y recursos humanos” necesarios para atender a los pacientes contagiados en su propia localidad.
Por último, el informe señala que la accesibilidad a los servicios de salud públicos y privados muestran una clara diferencia entre las zonas de mayores ingresos y las áreas marginadas en el país, pues en los municipios donde más de 90 por ciento de la población cuenta con seguridad social la letalidad es de 9 por ciento.
¿Acaso a esto se refería AMLO con “primero los pobres”? Ya que este sector social ha sido el más afectado por el caos que ocasionó en el sector salud gracias a su “combate” a la corrupción y sus medidas de austeridad.
Con información de Milenio y El País
