Morirse en domingo –o en jueves– a manos del vecino…

Hace años, Francisco Hinojosa publicó en su antología de cuentos La verdadera historia de Nelson Ives, la narración “Nunca en domingo”, donde relata el asesinato de una mujer a manos de un psicópata.

El psicópata, aparentemente, llevaba mucho tiempo planeando el asesinato de su vecina, “la gorda del departamento de arriba”, a quien odiaba.

De este modo, un domingo, después de que su esposa y sus hijos salen al parque, el psicópata toma su arma –un arco y una flecha– y sube a donde vive la gorda.

Luego de hacer tiempo y ganarse la confianza de la mujer, el asesino dispara su flecha y atina en el corazón de la vecina, quien muere automáticamente.

El psicópata se sale con la suya luego de preparar la escena del crimen para que la evidencia indique que el móvil fue un asalto y así continúa con su vida de manera normal.

Resulta curioso que esta historia se parezca a un hecho que ocurrió apenas la semana pasada en Chihuahua, cuando descubrieron el cuerpo de Isaac García Apolinar, quien fue asesinado por su vecino, mientras dormía.

En este caso, el móvil no fue el odio genuino, sino la venganza; y es que de acuerdo con la versión del agresor, la víctima le robó días antes unos “tennis de marca y una extensión eléctrica de su casa”.

Es así como se infiere que este asesino –como el de el cuento de Hinojosa– planeó su crimen y esperó el momento oportuno para llevarlo a cabo: la noche del jueves, cuando el calor en Chihuahua fue tal que provocó que Isaac subiera a dormir a la azotea de su casa sin saber que ya no volvería a despertar.

El joven encontró su muerte cuando su vecino oculto se desplazó hasta donde descansaba y clavó un cuchillo en su garganta.

En “Nunca en domingo” el homicida no es atrapado por la policía porque logra manipular la escena del crimen.

En el caso de Chihuahua, el asesino sí fue apresado, y es que las evidencias que lo acusaban se encontraron en todas partes.

Es así como una vez más descubrimos que la realidad es más escalofriante que la ficción, o si se prefiere, la ficción no es más que un esbozo de lo que ocurre en la realidad… ¿O no?