Hace unos días, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, declaró a una radio de cocaleros en Buenos Aires, Argentina, “que si volviera, hay que organizar milicias armadas del pueblo, como Venezuela”.
Ante esta amenaza, las fuerzas armadas del país sudamericano se mostraron “indignadas”, así lo informaron autoridades del gobierno de facto.
Como reacción ante esta amenaza, las autoridades retiraron un busto de Morales de los alrededores de un poliderportivo ubicado en la localidad de Quillacollo, en el departamento de Cochabamba. También quitaron la placa con el nombre del presidente exiliado y se renombró al lugar como Polideportivo Olímpico de Quillacollo.
Asimismo, la canciller boliviana, Karen Longaric, pidió a la comunidad internacional, vía Twitter, “repudiar esta amenaza y a quien lo hizo”.
Por otro lado, Luis Fernando López, ministro de Defensa, señaló que el pueblo boliviano “está dolido y nuestras fuerzas armadas indignadas”, al tiempo que “rechazó a una lógica absolutamente terrorista y sediciosa”.
“Estamos preparados, entrenando y atentos, no vamos a permitir que fuerzas extranjeras quieran tomar el poder en el país”, agregó el funcionario.
Con información de La Jornada
