Algunos dicen que el PT tiene alma de gato. Y es que, igual que un gato, el Partido del Trabajo parece tener siete vidas. ¿Quiere pruebas? Va un recuento.
En 1990, el PT nace bajo el cobijo salinista. Ésa fue su primera vida.
En la elección federal de 1991 el partido perdió el registro por falta de votos. No obstante, el PT llevó a cabo una serie de asambleas y en 1992, consiguió el registro definitivo. Ésa fue su segunda vida.
En los previos a la elección presidencial de 1994, el PT se distanció de sus orígenes priistas. Ahí, en solitario, comenzó su tercera vida.
Luego de algunos altibajos, para la elección presidencial de 2006, el PT se convirtió en un satélite de Andrés Manuel López Obrador. Con el tabasqueño compitieron en esa elección y en 2012. Ahí quedó su cuarta vida.
En la elección del 7 de junio de este año, el PT no obtuvo los votos necesarios para mantener el registro. Con eso terminó su quinta vida.
Hace semanas, el Tribunal Electoral revivió al Partido del Trabajo cuando invalidó el proceso por el que desapareció el PT. Con eso, el PT consumió su sexta vida.
Y este miércoles, el Tribunal volvió a reavivar al partido. En esta ocasión, dijeron que era necesario esperar los resultados de la reposición del proceso electoral en un distrito de Aguascalientes. Con eso, el PT habrá consumido su séptima vida.
