Existe la creencia popular y no por ello menos romántica, de que las relaciones amorosas entre hombres y mujeres inician por la llamada “química”, por un “flechazo de cupido”, o por “atracción magnética”, aunque lograr una relación de pareja satisfactoria no es fácil de alcanzar.
La relación amorosa inicia con la elección de la pareja. En esta primera etapa surge el enamoramiento en donde la pareja se idealiza y no hay lugar para los defectos de ninguno de los integrantes de la pareja.
Pero cuando la realidad se impone y uno descubre que el otro no cumple todas sus expectativas, pueden suceder dos cosas: que las desilusiones y los reproches se hagan presentes y entonces la relación fracase.
La otra opción es que pueda suceder que surja la tolerancia y la adaptación basada en el principio de realidad y entonces la relación de pareja pueda acceder a la siguiente etapa en donde se inicia la dinámica de relación.
Es en esta etapa es donde se pueda dar paso a una dinámica de relación de pareja satisfactoria o que se inicien los conflictos entre la pareja.
En etapa van a entrar en juego diferentes factores, tales como: que en toda relación de pareja tendría que estar basada en la admiración, en la atención y en la dependencia, entre ambos integrantes de la pareja y de manera alternativa y no rígida.
Las relaciones de pareja se organizan mayormente por que ambos se complementan que porque ambos se consideren iguales.
Esta complementariedad se puede observar en las parejas en donde uno de los cónyuges pueda ser dominante y agresivo; y el otro sumiso y masoquista, o en donde uno puede ser emocionalmente distante y el otro anhelar afecto.
Igualmente en donde un integrante de la pareja sea impotente y anhele depender del cónyuge omnipotente.
Para que la relación de pareja no se vuelva patológica es necesario que los roles complementarios sean flexibles, por ejemplo; en donde a veces uno de los cónyuge sea el dominante y el otro el pasivo y que en otros momentos, estos roles se intercambien.
Construir y mantener una relación de pareja satisfactoria no es fácil. Para Erich Fromm el proceso de aprender “El Arte de Amar” se obtiene al aprender tanto la teoría como la practica. La teoría entendida como el conocimiento de sí mismo y el concepto de amar, y la practica como las repetidas experiencias de amor.
Ambas partes darán como resultado el desarrollo de una intuición que lleve a una exitosa elección de pareja y una vida amorosa satisfactoria.
Por Psic. Ma Elena Salazar P.
