La Iglesia contra la “dictadura gay” y el “totalitarismo”

Continúa el pleito entre la Iglesia católica y el Gobierno en torno al tema del matrimonio igualitario. En esta ocasión, el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, realizó afirmaciones que para algunos están fuera de toda proporción.

Luego de que colectivos en favor de los derechos homosexuales solicitaron a la Arquidiócesis derecho de réplica por los artículos publicados en el semanario Desde la Fe, Valdemar acusó a la comunidad gay de “amenazar” con interponer “recursos represivos” como demandas civiles, denuncias penales y amparos.

Pero el vocero de la Arquidiócesis fue más allá e incluso acusó al Estado de encabezar una persecución y represión ideológica en contra de la Iglesia. Afirmó que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred) intentarán reprimir las marchas a favor de la familia debido a que están “cooptados” por la comunidad homosexual.

Valdemar también dijo que el Estado financia la homosexualidad, que pretende “normar la atracción sexual de los particulares” y prohibir la “reorientación a la normalidad”, así como

encarcelar a padres de familia y a todos aquellos que estén en contra de la “dictadura gay”. Y para rematar, calificó la situación como “totalitarismo puro”.

Pero, ¿Qué sustento tienen estas afirmaciones?

Quien acusa está obligado a probar. Entonces, ¿Puede probar Valdemar que hay una persecución ideológica en contra de los católicos y que el Estado pretende encarcelar a quienes están en contra de la diversidad sexual? ¿Tiene evidencias de que el Estado financia la homosexualidad el Copred y el Conapred están cooptados por la comunidad gay? ¿O se trata sólo de una teoría de la conspiración? ¿Acaso tiene la Iglesia miedo a la comunidad gay?

Por otro lado, parece ser que las declaraciones de Valdemar parten de errores conceptuales. ¿Desde cuándo instituciones jurídicas como el derecho de réplica,  las demandas, las denuncias y los amparos —que se encuentran debidamente normadas por la Constitución— son “recursos represivos”? ¿Acaso no se trata de instrumentos que permiten salvaguardar los derechos de los particulares?

Y respecto a la “dictadura gay” y el “totalitarismo”, ¿De verdad conoce Valdemar el significado de estos conceptos? Y si es así, ¿En serio piensa que la comunidad gay monopoliza el poder y controla a su antojo todas las instituciones del Estado?