LA ECONOMÍA, EL GRAN FRACASO DE LÓPEZ OBRADOR

La economía de una nación crece o se deteriora, de conformidad a la actividad que desplieguen los empresarios o el sector privado.

Es una falacia considerar que los gobiernos tienen alguna participación al respecto.

Las autoridades simplemente se limitan a garantizar el respeto al marco legal que norme y regule el quehacer privado, tratando de matizar y equilibrar la competencia, velando por el interés social, en medio de las relaciones y la interacción entre los factores de la producción.

Pero lo que es un hecho, es que los gobiernos no generan empleos, ni riqueza. Esa tarea es toda y por completo, misión de la iniciativa privada.

Un país que cuenta con empresarios con visión de futuro, emprendedores, con iniciativa y dispuestos a correr riesgos con su país, será indudablemente un país que crezca, pues el sector privado, tomará las decisiones pertinentes al respecto, invertirá y con ello, logrará beneficios para todos.

Pero un gobierno que no es capaz de tomar buenas decisiones en materia económica y que no es capaz de garantizar un marco normativo adecuado para la adecuada participación empresarial, es un gobierno que sin duda contribuirá a crear incertidumbre entre los inversionistas y que al no contar con una participación preponderante del capital, seguramente tomará malas decisiones, que a la postre se traducirán en una economía quebrantada.

Lo anterior, puede apreciarse a cabalidad en el caso del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México, en el que una mala decisión en materia económica se ha traducido en consecuencias sumamente perjudiciales para nuestra economía y en tremendo descrédito para el gobierno en turno.

Es por eso que los inversores nacionales y extranjeros han perdido la confianza en el país, retirando su dinero, incidiendo ello en la creación de empleos y en la tasa de crecimiento, que por por varios períodos consecutivos es de cero, lo que en buen romance se llama recesión, pero que al parecer, es un tema que no preocupa al gobierno federal, ni a quien lo encabeza.

Mientras la economía del país entra en picada y la situación económica de cada uno de los habitantes del país se deteriora, López Obrador, a ejemplo de Nerón ante el incendio de Roma, canta loas a la cuarta transformación. Esperemos que la historia patria concluya de idéntica forma que la del sátrapa del pasado.

Dios, Patria y Libertad