LA DEPRESIÓN EN LA ADOLESCENCIA

Dra. María Elena

La adolescencia es una etapa de cambios. Estos se presentan en tres áreas diferentes. Los cambios  físicos —crecimiento del vello púbico, ensanchamiento de las caderas y crecimiento de los pechos en la mujer, engrosamiento de la voz en el hombre—-. Los cambios biológicos —-aparición de la menstruación en la mujer y del semen en el hombre—, y los cambios psicológicos — abandonar la niñez para introducirse en la etapa de la adultez —-.

Es por todos estos cambios que la adolescencia no puede considerarse como una etapa caracterizada por el equilibrio, sino como un periodo de inestabilidad, transformación y confusión que alcanza no solo a los adolescentes sino también a los padres y a los maestros.

El adolescente puede llegar a sentirse deprimido debido a estar presentando diferentes sentimientos  tales como: el rechazo del grupo de amigos o de alguna novia. Sentirse descontento con su aspecto físico. Llegar a sentir odio por su escuela, sus hermanos o hacia sus padres.

De la misma manera, experiencias de la vida como: una decepción  sentimental, un fracaso escolar, la pérdida de un ser querido, un accidente o un cambio de escuela o de residencia, el adolescente responderá según su estructura psíquica.

En sujetos con una estructura neurótico enfrentarán las experiencias desagradables con pesimismo y como una herida narcisista (un duro golpe al ego).

HIJOS SEGUROS VERSUS HIJOS INSEGUROS. LA SOBRE-PROTEGIDOS DE LOS HIJOS

Por el contrario, un adolescente con estructura fronteriza y ansiedades psicóticas, ante una experiencia desagradable puede reaccionar cortándose la piel de los brazos o de las piernas. De esta manera sustituye el dolor mental insoportable por un dolor físico que lo tranquiliza y lo alivia temporalmente.

Los adolescentes con una estructura fronteriza, ante frustraciones mínimas, pueden llegar a desencadenar estados depresivos intensos y graves.

Los padres se preguntan si las conductas de su hijo o hija pueden considerarse como normales o no. Sin embargo, en esta etapa de transición caracterizada por la inestabilidad, el estrés y el descontrol, es posible detectar señales que den indicios de que el desarrollo del adolescente se encuentra alterado de manera más severa.

Los sujetos con una estructura psíquica neurótica pueden manejar de mejor manera las frotaciones a deferencia de los presentan una estructura fronteriza. Sin embargo, en cualquiera de los casos si se percibe que el adolescente no está logrando gobernar las emociones que las experiencias desagradables le generan, es recomendable que reciba el apoyo de un profesionista.

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