¿HASTA HOY VEN QUE AMLO EMPODERÓ AL CRIMEN?

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Especial

Sí, resulta de risa.

Y es que al entrar al cuarto año del gobierno de López Obrador son muchas las voces que, horrorizadas, hasta hoy descubren que el presidente mexicano y su gobierno están al servicio de los barones del crimen.

Tanto empresarios, como dirigentes de partido, reputados “expertos” e intelectuales se dicen asombrados ante la peligrosa orfandad ciudadana a causa del desdén presidencial por la seguridad.

Sí, muchos de aquellos empresarios, dirigentes de partidos, “expertos” e intelectuales –que en 2017 y 2018 rechazaban lo que estaba a la vista de todos–, hoy se dicen sorprendidos al descubrir que Morena y su presidente siempre fueron parte de un proyecto político para empoderar a las bandas criminales.

Sí, han pasado 41 meses de la gestión de AMLO y hasta hoy abundan quienes, estupefactos, descubren “el hilo negro” de la claudicación del presidente y del Estado en su responsabilidad para combatir a las bandas criminales.

Peor aún, cuando el mandatario mexicano insiste en la defensa de la vida de los criminales, por encima de la seguridad y la vida del ciudadano al que hacen víctimas a diario, los sorprendidos creen haber retirado el misterioso velo que ocultaba la realidad del actual gobierno.

Una realidad que muestra al de Obrador como el gobierno culpable de empoderar al crimen organizado.

Sin embargo, se trata de una realidad que aquí documentamos, hasta el cansancio, en por lo menos media docena de entregas.

Por ejemplo, en el Itinerario Político del 27 de julio de 2017, titulado: “El `narco´ pudre a Morena”, documenté paso a paso 14 ejemplos de la forma en que el crimen organizado financió a candidatos y líderes políticos de Morena en todo el país.

Un año después, en el Itinerario Político del 29 de junio de 2018, titulado: “¿Los `narcos´ al poder?”, volví al tema para exponer el grave riesgo que significa la elección presidencial de julio de 2018, en manos de las bandas criminales.

En aquel tiempo pocos lo creyeron y muchos pensaron que era una exageración o un bulo; mientras que 30 millones de electores prefirieron ignorar las advertencias de que Morena era un partido financiado por el crimen organizado y que se corría el grave riesgo de llevar a las bandas criminales al poder político. 

Hoy, la terca realidad lo confirma: López Obrador empoderó al crimen organizado, las mismas bandas criminales que destruyen al presidente, a su gobierno y su paso a la historia.

¿Imaginan el papel que tendrá en la historia al presidente cuyo gobierno fue financiado y sometido por el crimen organizado?

Esa es la tragedia “del gobierno del cambio”. 

Por eso, en abono a la historia, a continuación reproducimos el Itinerario Político de aquel 29 de junio de 2018, en cuyo titulo pregunta lo siguiente: “¿Los `narco´ al poder?”.

Hagan su propio juicio:

“Pocos se han ocupado del tema. Muchos lo ignoran deliberadamente mientras la mayoría de los votantes son ajenos a la gravedad del problema.

“Nos referimos al escandaloso número de ciudadanos asesinados por motivos político-electorales –sean candidatos o militantes de distintos signos y rangos–, y al insólito número de candidatos que por temor, por amenazas o presiones directas dejaron la contienda.

“Según reportes del portal Letra Roja, entre septiembre de 2017 y julio de 2018 fueron asesinados 120 ciudadanos, todos vinculados con el proceso electoral de 2018. De ellos, 48 eran candidatos o precandidatos y los atentados se dieron en los Estados de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, México, Guanajuato y Puebla.

“Una “perla” de la gravedad del tema es el municipio de Coyuca, en Guerrero, en donde fueron asesinados 11 políticos sólo en 2018.

“Pero esa es sólo una parte del problema, según el diario Excélsior en el proceso electoral de 2018 “se bajaron” de la contienda 5 mil 700 candidatos, sobre todo en los Estados de Guerrero, Puebla, Oaxaca, Michoacán, Sinaloa, Sonora y México. Sólo en Oaxaca el INE reportó la sustitución de mil 660 candidatos. ¡Sí, mil 662 candidatos!

“Por eso, frente a las escalofriantes cifras, obliga preguntar: ¿Estamos ante una narcoelección? ¿Quién está detrás de los 120 asesinatos durante el proceso electoral? ¿Cuántos de los 48 candidatos que suplieron a los asesinados, fueron impuestos por el crimen organizado o el narcotráfico?

“¿Cuántos de los 5 mil 700 candidatos a puestos de elección que “se bajaron” de la contienda, lo hicieron por amenazas o presiones del crimen organizado? ¿Cuántos de los suplentes de esos 5 mil 700 que “se bajaron”, estarán al servicio del crimen?

“No sabemos si los suplentes de los candidatos asesinados o de los aspirantes que “se bajaron” de la contienda ganarán la elección. Por eso obliga volver a preguntar. ¿Cuántos diputados federales llegarán al Congreso gracias a sus vínculos con el narcotráfico? ¿Cuántos senadores estarán en un escaño porque deben favores al narco? ¿Cuántas de las miles de alcaldías que se renovarán el domingo próximo estarán encabezadas por un político impuesto por el crimen? ¿Cuántos de los 20 Congresos estatales que serán renovados tendrán poderosas “narcobancadas”?

“El de la participación del narcotráfico y el crimen organizado en política y, sobre todo en elecciones, no es nuevo. Lo nuevo –y que alcanzó niveles de escándalo–, es la intervención montonera del crimen organizado en los procesos electorales en entidades como Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

“Nadie sabe cuál será el tamaño de las “narcobancadas”, el número de los narcoalcaldes, de diputados federales y senadores y hasta gobernadores que estarán al servicio del crimen.

“Lo que sí sabemos es que, como nunca, la elaboración de leyes estará en manos de matarifes, narcos, sicarios, huachicoleros, tratantes de blancas y administradores de las fortunas producto del crimen.

“¿Qué partido político será el campeón en prestar su franquicia para los criminales? ¿Se llama Morena? Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)

Después de lo anterior; de la tragedia a los ojos de todos, 30 millones de ingenuos votaron por Morena y por su candidato, López Obrador.

Y sí, queda claro que el problema no sólo es López, sino los millones de mexicanos que se tragaron su engaño; los 30 millones que están en la lista del “engañabobos”.

Al tiempo.