¿MÉDICOS, O ACTIVISTAS DE LA TIRANIA DE AMLO?

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Especial

Cada día que se acorta el sexenio de López Obrador queda más claro –para el que quiera verlo–, que el presidente mexicano ya no trabaja para resolver los grandes problemas nacionales.

En efecto, a Obrador nada le importa la seguridad de los ciudadanos, tampoco le interesa acabar con la violencia y el crimen y menos cumplir sus promesas de sacar de su postración a los más pobres y llevar a niveles de excelencia la salud y la educación.

También es evidente que a López poco o nada le importa la democracia, la transparencia, la rendición de cuentas, la garantía de que será respetada la Constitución y hasta desprecia libertades como la de expresión, la vida de los periodistas y, sobre todo, no le importa la honestidad.

¿Y entonces qué le importa al presidente mexicano?

Lo cierto es que cada día del agonizante gobierno de AMLO es una oportunidad para que el mandatario mexicano prepare lo que algunos llaman “golpe de Estado” y otros califican como “reelección presidencial”; caprichos que, en los dos casos, desde mayo de 2018 aquí definimos como “la potencial dictadura” de López.

Y en esa estratagema golpista, reeleccionista y dictatorial, los dizque médicos cubanos –en realidad promotores de la revuelta golpista, dictatorial y reeleccionista de AMLO–, serán fundamentales.

Por eso el interés presidencial de que tales médicos se encarguen del adoctrinamiento en las zonas de mayor marginación del país –Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Puebla e Hidalgo, entre otras–, donde sembrarán la defensa de la “transformación” de Obrador, frente a la eventualidad de que Morena, su candidato o el propio López, sean derrotados en el 2024.

Los dizque médicos cubanos en realidad promoverán las campañas de odio y propaganda a favor de la dictadura de Obrador y tendrán como su principal encomienda la de organizar una revuelta popular que tendría como objetivo el regreso de la “dictadura perfecta” en manos del tabasqueño. 

Pero vamos paso a paso en los afanes reeleccionistas de López.

1.- Como ya se dijo, los supuestos médicos cubanos en realidad serán una pieza clave en la revuelta que ya se prepara desde Palacio frente a una eventual derrota electoral en julio del 2024.

Sí, en realidad “los médicos” serán “injertados” en las comunidades más pobres en donde llevarán a cabo una tarea de adoctrinamiento con un esquema copiado del EZLN en Chiapas.

Así, desde las comunidades más pobres de todo el país –Guerrero, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo, Puebla y otras–, serán movilizados los grupos de choque para la defensa del voto en el 2024, con el argumento de un presunto fraude, si es como podría resultar, el partido Morena es derrotado.

2.- Esa poderosa fuerza social que será despertada en las zonas más empobrecidas del país contará con el respaldo de otro potente aliado del gobierno de AMLO; el crimen organizado que, a su vez, jugará otro papel no menos importante en la presión fáctica en comunidades empobrecidas para, con ello, conseguir el acarreo del voto clientelar.    

3.- Para entonces, el INE y el Tribunal Electoral estarán totalmente sometidos, ya que en el primer caso ya no estarán ni Lorenzo Córdoba ni Ciro Murayama, lo que le dará a López el control total de un Instituto sometido, además de que, igual que en la elección de abril pasado, el árbitro electoral no tendrá los recursos económicos suficientes.

De esa manera, si los ciudadanos votan por echar del poder a López, el argumento que saldrá desde Palacio es que se cometió un escandaloso fraude, a lo que seguirá la revuelta que habrán orquestado “los médicos”.

4.- A su vez, el Poder Judicial, domesticado por completo, avalará la descalificación presidencial sobre las elecciones, mientras que el Tribunal Electoral será sólo un títere.

5.- Pero acaso el papel más relevante será el que llevan a cabo tanto el Ejército, como La Marina y La Guardia Nacional, que se mantendrán en la calle –en respaldo al presidente–, para evitar protestas ciudadanas, al tiempo que empezará la persecución y detenciones de opositores, críticos y disidentes.

6.- Para entonces los periodistas mexicanos muertos serán cientos y aquellos que no hayan huido del país estarán sometidos por el miedo ejemplar impuesto desde hoy –el exterminio ejemplar ya hizo su tarea; doblar a muchos críticos–, mientras que los grandes medios —prensa, radio, televisión y plataformas digitales–, ya serán parte del inventario de Palacio.

Y si hoy los grandes medios son rehenes del sátrapa de Palacio, para el 2024 no habrá la más elemental crítica al dictador.

7.- Algo similar habrá pasado con los gobiernos estatales y con los municipios del país, ya que una abrumadora mayoría estarán en manos de Morena y, por eso, hay de aquel que se atreva a disentir, porque será aplastado.

8.- Para entonces, será un hecho consumado la ruptura con el gobierno de Estados Unidos –cualquiera que sea su presidente–, ya que desde hoy se estimula desde Palacio el rompimiento capaz de justificar la locura de la dictadura, al tiempo que el mandatario mexicano pregonará ante el mundo que es el campeón de la lucha contra “el horrible imperio del norte”.

Y para eso hoy López cultiva a los dictadores bananeros, los que en su momento se alzarán en defensa “del hermano” capaz de someter al imperio. 

9.- Y en esa lucha contra “el imperio del Norte” estarán con México y con su presidente Obrador las dictaduras bananeras de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia… y gobiernos como los de Rusia y Corea del Norte. 

10.- Y frente a esa tragedia, los empresarios mexicana poco o nada podrán hacer, ya que estarán sometidos por una iniciativa locuaz de la Corte –promovida por los lacayos presidenciales–, que propone que el SAT intervenga –sin mandato judicial–, en las cuentas bancarias tanto de personas físicas como morales.  

Es decir, que Hacienda podrá escudriñar las cuentas de particulares y empresas a su antojo, para de esa forma llevar presos a todos aquellos que le plazca al gobierno de López. 

En otras palabras, una dictadura en toda la extensión de la palabra.

Y por eso las preguntas: ¿Les parece descabellado el decálogo para construir la dictadura de López? ¿Creen que está lejos de la realidad, una vez que conocen al locuaz presidente?

En realidad se trata de un decálogo que apuesta por la reelección de López Obrador.

Al tiempo.