Al parecer, Andrés Manuel López Obrador se le “olvidó” cómo fue que construyó su carrera electoral, y que fue lo que lo impulsó a alcanzar la Presidencia en 2018.
Y es que hoy toda su fama se lo debe a los plantones, marchas y bloqueos, ya que fueron sus herramientas para denunciar supuestos “fraudes” en su contra, y con ello consiguió a un gran número de seguidores que lo ayudaron a obtener el triunfo en las pasadas elecciones presidenciales del año pasado.
Sin embargo, con la aprobación de la “ley garrote” en Tabasco, Morena quiere reprimir y castigar a aquellas personas que quieran manifestarse en contra del gobierno de AMLO, esto, según, para evitar “chantaje y sobornos”.
Si de eso se trata, no hay que olvidar que Andrés Manuel encabezó una serie de marchas y bloqueos en su natal Tabasco para denunciar supuestos fraudes electorales en su contra.
En ese sentido, en 1991 encabezó una marcha denominada “éxodo por la democracia”, esto por un presunto fraude electoral en Tabasco, cuando él era presidente del PRD.
También, en 1996 realizó varios bloqueos en pozos de Petróleos Mexicanos (Pemex), en Tabasco, para exigir indemnizaciones a más de 40 mil campesinos y pescadores afectados por las actividades de la empresa petrolera.
En este punto, cabe resaltar los daños ecológicos y ambientales que ocasionaría la reconstrucción y operación de la refinería de Dos Bocas, que van desde el desmonte de manglares hasta contaminación del agua, lagos, ríos y lagunas de la zona tabasqueña.
Por último, no hay que olvidar que en 2006 bloqueó Paseo de la Reforma para denunciar un supuesto “fraude electoral”, esto al haber perdido la contienda electoral con el entonces candidato panista Felipe Calderón con un margen de 0.56 por ciento.
Como pueden ver, las marchas y plantones han sido cómplices de AMLO para denunciar los “ataques” que ha sufrido su carrera política, presionar a las autoridades mexicanas para que cumplan con sus caprichos y así alcanzar el poder que tanto estuvo anhelando.
Y ahora, con “la ley garrote” no quiere que ninguna persona se manifieste en su contra, y para ello castigará con 10 a 20 años de cárcel a aquellas personas que se opongan a su mandato.
Esta actitud de López Obrador es digna de un verdadero dictador represor ¿no le parece?
