EL GOBIERNO, EL GABINETE Y LA SOCIEDAD

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Foto: La Otra Opinión

El gobierno es el conjunto de instituciones, órganos y mecanismos que coadyuvan al ejercicio del poder. La configuración de un gabinete responde a una lógica y racionalidad político administrativa que tiende a expresar el ejercicio del poder. La sociedad da sentido al gobierno y al gabinete. Más aún en una República democrática como la mexicana.

El estado de derecho, la constitución política y las normas que nos constituyen como nación, orientan la conducta del gobierno y la sociedad.

Desde la antigüedad clásica griega, encontramos reflexiones entre los pensadores como Platón y Aristóteles, después se sumarán otros romanos como Polibio y Cicerón. Me detengo en Aristóteles que analiza los fundamentos cuantitativos y cualitativos del gobierno y del Estado.

El estagirita nos habla del gobierno de uno, de unos pocos o de muchos. También menciona Formas puras e impuras. Hay una reminiscencia platónica cuando considera que las formas puras son la monarquía, la aristocracia y la timocracia y las formas impuras son la tiranía, la oligarquía y la democracia. Suena extraño que la democracia sea una forma impura de gobierno, ello se debe a que el gobierno de la mayoría, de los muchos, excluye a los pocos, a las minorías, una situación que se distingue frente a la timocracia, como gobierno de muchos pero para todos.

LA COMANDANTA SUPREMA

El gabinete es ese pequeño grupo de personas, colaboradores, aliados con los que los gobernantes trabajan con mayor cercanía y en quienes confían ciertas tareas específicas del gobierno; es una división del trabajo del pequeño grupo gobernante. Bien vale recordar lo que Maquiavelo ha dicho sobre los colaboradores del príncipe. Son lecciones de vida, de gobierno, de poder.

Las características deseables en un gabinete son similares también para el gobernante que los dirige.

Max Weber nos ha obsequiado como características del político, la prudencia, la mesura, la responsabilidad y su profesionalismo. Es una racionalidad moderna donde los fines conducen a los medios; donde el miembro del gabinete atiende un mandato constitucional y de quien lo ha designado, con el fin de servir a la sociedad, y así construir un buen gobierno, que mejore los estadios del desarrollo social y atienda y resuelva los problemas, las demandas, las necesidades, intereses y deseos del pueblo, la sociedad y en defensa del interés de la nación.

Y AL DESPERTAR, EL DINOSAURIO ESTABA AHÍ

La interpretación de la seguridad, el interés y el desarrollo nacionales, está en primera instancia en la hermenéutica del gobernante, en sus capacidades de respuesta y, en función del poder nacional de un país, con dicho poder, un país, gobierno y sociedad, participan en la geopolítica internacional y global.

Las prioridades de un gobierno son atendidas por el gobernante, de ahí la relevancia de un buen gabinete, sensible, capaz de proponer soluciones a los problemas y de llevarlas a buen término.

La profesionalidad y la experiencia en el gabinete, así como la coordinación y aceptación de sus demás compañeros, facilitará el trabajo en equipo y contribuirá a la búsqueda de soluciones más acordes con la tónica del gobierno.

Desde luego que existen formas diversas, sencillas y complejas para lograr los resultados deseados, las circunstancias o esos factores no siempre controlados, pueden modificar una ruta de trabajo, de soluciones, de proyectos.

En los tiempos que corren, asistimos a la conformación por tandeo, de un gabinete para un futuro gobierno.

¿EL PRESIDENTE, UN RIESGO PARA LA SEGURIDAD NACIONAL?

Hay discusión, filias y fobias en juego, por un gobernante que ya se va pero no se ha ido, ni parece quererse ir y una presidenta que debe tanto al que se va y que no encuentra la forma de guardar distancias con su mentor. Los vínculos unen, la unidad de criterios profesionales hace del gobierno una organización que sirva a la sociedad, no a los intereses personales, así se replantea hoy esta función de gobernar.

La sociedad está atenta a la forma en que se resuelve el gabinete, a los derroteros que habrá de tomar el nuevo gobierno.

Se escucha en la pradera, esa resonancia de continuidad con cambio, una aparente contradicción como la de revolucionario e institucional.

Hay problemas, desafíos y retos, y también deseamos que haya intención de enfrentarlos adecuadamente y de fortalecer los intereses nacionales.

Cuando menos hasta septiembre estaremos en esta discusión pública sobre el gabinete. Tiempo de diagnósticos y de rutas de trabajo sobre el gobierno que vendrá para atender a la sociedad, al pueblo que lo eligió. Haya sido como haya sido.

DC