Han pasado cinco meses después de que la exjefa de Gobierno y titular de la extinta Sedesol, Rosario Robles, tiene un lugar en el centro penitenciario de Santa Martha Acatitla, al nororiente de la Ciudad de México acusada de ejercicio indebido del servicio público.
Pese a que según las leyes mexicanas advierten que los cargos por los que fue detenida no requieren de prisión preventiva, el juez Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, sobrino de su acérrima rival Dolores Padierna, determinó que era necesario mantenerla tras las rejas mientras se le dicta sentencia.
Ante ello, el periodista Héctor de Mauleón no dudó en solicitar una visita con la exfuncionaria a lo que le sorprendió lo delgada y aseada que luce: “la encontré con siete kilos menos, sin ninguna arruga en su uniforme y el cabello perfectamente peinado”, afirma.
De inmediato habría surgido la pregunta obligada: “¿cómo han sido los días dentro de la cárcel para Rosario Robles?”, “terroríficos” afirmó la ex jefa de Gobierno quien, además, utiliza todo su tiempo libre para devorar libros, tejer y hacer algo de ejercicio.
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Ante la duda por una posible venganza de Padierna en contra de Robles, la magistrada Porras Odriozola revisó de nueva cuenta las pruebas y determinó que no existía manera de determinar que la experredista hubiera huido del país si se le concedía llevar su proceso en libertad luego de que se diera a conocer que la licencia presentada por la FGR era falsa, aunque con todo y las contradicciones la magistrada decidió dejarla encarcelada.
Con información de El Universal
