Desde que llegó al poder, Andrés Manuel López Obrador se ha encargado de destruir aquellas instituciones que dan forma a la democracia, a fin de instalar su dictadura.
Sin embargo, el mandatario tabasqueño aprendió muy bien del pasado, y ha seguido paso a paso el Manual del Dictador.
Ya que a lo largo de la historia ha habido líderes que usan su carisma para cautivar a la población, ganarse su confianza y llegar al poder de forma democrática.
Sin embargo, una vez allí usan la represión, la manipulación de la información, discursos polarizadores y otros instrumentos para permanecer allí.
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En ese sentido, diversas personas deciden apoyar a estos líderes autoritarios, sin importar que sus decisiones sean antidemocráticas; ellos son llamados como “colaboracionistas”.
Este lo explica José Antonio Aguilar Rivera, profesor de Ciencia Política en la División de Estudios Políticos del CIDE, quien explicó en su columna “Colaboracionistas y facilitadores”, que estas personas trabajan con los regímenes autoritarios y quienes ven las acciones de estos gobiernos autoritarios como un acto “patriótico”.
Como ejemplo, expuso el caso de aquellos políticos republicanos que traicionaron sus creencias políticas con tal de apoyar a Donald Trump.
“La razón de que el término no esté necesariamente fuera de lugar, que no sea un mero recurso retórico, es que los regímenes democráticos pueden ser destruidos desde adentro. ¿Qué nombre reciben quienes colaboran con gobiernos electos que, sin embargo, buscan subvertir a la democracia o deteriorarla significativamente?”, se lee en el texto.
A continuación puede consultar el texto íntegro
MSA
