Una de las promesas que le hizo ganar la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador fue la de poner a la venta el avión presidencial, bautizado como José María Morelos y Pavón, dado que la aeronave simboliza los lujos y excesos de las administraciones pasadas.
Él, como aliado del pueblo, y enemigo de los “lujos y excesos” en el gobierno cuando hay pueblo pobre, dijo que viajaría en una aerolínea comercial como la gente común. Palabras que indiscutiblemente le funcionaron para ganar en la silla presidencial.
Sin embargo, después de un año de intentar vender el Boeing Dreamliner, AMLO se dio cuenta de su fracaso y se le ocurrió “la brillante” idea de rifar la misma aeronave, pero tras burlas y críticas, al fin de cuentas se decidió efectuar el sorteo simbólico después de que muchos mexicanos se preguntaron qué harían con la enorme aeronave si llegaban a ganarla. Decisión que por lo visto, tampoco le ha funcionado al Gobierno.
Ante todo este acumulo de fracasos, el diario internacional The Economist, aseguró que se trata de un alarmante signo de ineptitud del gobierno de la Cuarta Transformación al mando de México.
En la columna titulada Air Show, The Mexican president’s plane isn’t selling, el medio cuestionó todo lo que hay detrás de la venta y ahora rifa del avión presidencial y manifestó preocupación a escala internacional.
Asimismo, el columnista aseguró que “las matemáticas no cuadran”, pues apenas quedarán 500 millones de pesos para brindar a los hospitales, una vez que se pague el dinero del premio, los costos administrativos y el recorte de los vendedores de boletos.
Además, frente al rotundo fracaso de su rifa, y al “ingenio” de la 4T, López Obrador informó que la FGR aportó 500 mdp “decomisados” para la compra de 1 millón de ‘cachitos’ para regalarlos a los hospitales COVID-19 y si alguno ganará el premio, decidiera cómo gastarlo.
Por todo lo anterior, la publicación del diario estadounidense destacó que “de la forma en que van las cosas, el gobierno tendrá dificultades para cubrir los gastos de la rifa. El espectáculo tras el avión (“air show”) es emocionante de ver, pero no llevará a México a ninguna parte. Algunos mexicanos temen que eso también sea cierto para el presidente”.
AIS
