Al arrancar su gira de agradecimiento en Tepic Nayarit, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador aseguró que “el país está atravesando una situación económica y social muy difícil”. Agregó que “posiblemente por la situación de bancarrota en que se encuentra el país” su gobierno no podrá “cumplir todo lo que se está demandando” por parte de la población.
Estas declaraciones no sólo contradicen lo que el propio López Obrador dijo el pasado 4 de septiembre, cuando aseguró: “No hay crisis política. No tenemos una crisis financiera, no nos está pasando lo que está sucediendo en Argentina”.
Además, los dichos del tabasqueño parecen un pretexto para no satisfacer las demandas del “pueblo bueno”. Y peor aún, las declaraciones son falsas.
De acuerdo con el periódico El economista, especializado en finanzas, se declara a un país en “bancarrota” cuando “no puede hacer frente a los pagos de sus deudas públicas o privadas”.
Dicho de otro modo, un país se encuentra en bancarrota cuando “no dispone de dinero suficiente” para pagar a sus acreedores, es decir, a las “personas físicas o jurídicas que han invertido en él, y a los que hay que devolver el dinero con intereses”.
Entonces, atendiendo estos criterios, ¿se encuentra México en bancarrota?
Todo lo contrario.
De acuerdo con datos oficiales, el gobierno de Enrique Peña Nieto entregará a la próxima administración —la de AMLO— finanzas públicas “sanas y en orden”. Ello está sustentado en diferentes variables macroeconómicas. De hecho, la deuda pública reporta una tendencia a la baja; además, en 2018 se alcanzará un superávit primario por segundo año consecutivo, y se cuenta con una reserva internacional de 263 mil millones de dólares.
Por si fuera poco, durante el sexenio, más de dos millones de mexicanos salieron de la pobreza; se evitó la quiebra del IMSS; se presentó la inflación más baja en 50 años; se obtuvo una inversión extranjera histórica de 192 mil millones de dólares y por primera vez en los últimos cuatro sexenios el crecimiento económico reportó cifras positivas en los 22 trimestres de la administración.
En síntesis, es falso que México se encuentra en bancarrota como asegura López Obrador.
Por eso, obliga el cuestionamiento: ¿Es el presidente electo un mentiroso? ¿O de plano es ignorante? ¿No conoce la definición exacta de “bancarrota”? O lo que sería peor… ¿No conoce los indicadores económicos del país que va a gobernar?
