La mañana de este lunes, en una sesión histórica, quedó instalado el Primer Congreso de la Ciudad de México, que sustituye a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
La Mesa de Decanos, presidida por el morenista Ramón Jiménez López, tomó protesta a los 66 nuevos diputados locales, 38 de los cuales conforman la bancada de Morena.
En medio de gritos de “¡Es un honor estar con Obrador!”, Morena hizo valer su mayoría y actuó como “aplanadora legislativa” al conseguir que Jesús Martín del Campo fuera designado presidente de la Mesa Directiva del Congreso.
Jesús Martín del Campo fue postulado como candidato de Morena a una diputación local por el Distrito XV, de Iztacalco, y se desempeñó como tesorero de la Ciudad de México durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno capitalino.
Por otro lado, para presidir la Junta de Coordinación Política del Congreso local se perfila a Ernestina Godoy, quien encabeza a la bancada de Morena.
De este modo, el partido de Andrés Manuel López Obrador tendría en sus manos el control de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política, violando así la recién estrenada Constitución de la Ciudad de México.
Y es que, de acuerdo con Artículo 29, Apartado E, Numeral 3 de la Carta Magna capitalina, “el Congreso de la Ciudad de México contará con una mesa directiva y un órgano de coordinación política que reflejarán en su composición la pluralidad y proporción de los grupos parlamentarios que integren al pleno. Sus presidencias serán rotativas cada año y no podrán depositarse simultáneamente en representantes de mismo partido político”.
A la instalación del Congreso, acudieron el jefe de Gobierno en funciones, José Ramón Amieva, y la jefa de Gobierno Electa, Claudia Sheinbaum.
