El presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que las personas sí deben de superarse, pero no aspirar a ser “fifís” ni a “lujos baratos”. Insistió que la clase media debe ser fraterna y solidaria.
Asimismo, López Obrador criticó a quienes consideran que tener maestrías y doctorados es como contar con títulos de nobleza y creen ser superiores a los demás.
El Ejecutivo federal ha criticado por días a la “clase media”, a las personas con estudios y a las que, dice, tener aspiraciones. Esto luego de que Morena perdiera el poder en seis de las once alcaldías que habían ganado en la elección 2018.
Sin embargo, AMLO olvidó por completo la vida llena de “lujos baratos” y “fifí” que viven sus hijos.
José Ramón López Beltrán, su hijo mayor, vive en una zona exclusiva de Houston, viaja por todo el mundo en jet privado y vacaciona en Aspen, Colorado, sitio destinado para personas pudientes. Tiene gastos y estilo de millonario.
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Si por lo menos este junior de 40 años fuera un reconocido empresario o excelente profesionista, no habría ningún problema. Bien ganado. Sin embargo, no es así. La fábrica de chocolates “Rocío” – propiedad de José Ramón y de sus hermanos Andrés Manuel y Gonzalo -, es una oscura empresa familiar sobre la cual se desconocen sus ventas y alcances financieros.
AIS
