¿ADICTOS A LA ACPETACIÓN?

Si vivimos tratando de agradar a otros para recibir su aprobación o su cariño a toda costa, creamos una prisión auto impuesta

La mayoría de nosotros queremos ser aceptados y amados. Desde niños buscamos esa aprobación de nuestra familia, amigos y colegas. Desafortunadamente, ésta no siempre llega. No todos van a aplaudir nuestros logros y ocurrencias.
Entre antes lo entendamos mejor. Nuestra autoestima no debe depender de otros. No siempre aprendemos la lección y nos decepcionamos cuando no somos aceptados; sin entender que es algo que no depende de nosotros y que no podemos controlar. Es la opinión que tenemos de nosotros mismos la que debe ser importante, no lo que piensen u opinen los demás.
Si bien esta necesidad de aceptación ha existido desde siempre, la aparición de las redes sociales la ha acrecentado. Los likes o “me gusta” son una manera de saber que tu entorno te aprueba. ¿Cómo no hacerse adictos a ellos? Las redes como Facebook o Instagram son para compartir y es positivo; pero de eso, a que nuestro humor dependa de los clicks que recibimos sobre lo que ponemos en el muro, es el síntoma de un problema.
Un trabajo bien hecho, nos debe dar satisfacción. Si bien sería grandioso que todos lo reconocieran, eso no va a suceder. Es imposible darle gusto a todos así que es mejor que hagamos lo que sabemos que nos hará sentir bien y felices, sin importar lo que opinen los demás.
Si vivimos tratando de agradar a otros para recibir su aprobación o su cariño a toda costa, creamos una prisión auto impuesta. Esa necesidad de ser aceptado y de “pertenecer” te roba tu poder personal y tu libertad.
¿Eres adicto a la aprobación? Los expertos nos dan algunas señales para saberlo:
  • ¿Eres de los que evita pedir ayuda porque no quieres que piensen que eres incompetente?
  • ¿Te disculpas si tu casa está sucia o desordenada?
  • ¿Prefieres no decir nada cuando tus opiniones no coinciden con las de los demás?
  • ¿Tienes miedo al fracaso? ¿Te bloqueas cuando lo sientes?
  • ¿Repasas mentalmente lo que hiciste o dijiste tratando de buscar las formas en las que podrías haberlo hecho diferente?
  • ¿Tratas impresionar a otros con tus viajes, ropa o logros?
  • ¿Te aterra que otros descubran como eres realmente?
¿Te checó alguna? Aceptar que tenemos un problema es siempre el primer paso para el cambio. Sin esta aceptación, la adicción a la aprobación te controlará siempre. Con conciencia puedes hacer buscar ayuda y lograr cambiar esos patrones que no están funcionando para ti.
Buen domingo a todos y gracias por leerme.
Espero tu opinión dejando un comentario en el blog, en mi cuenta de Twitter @FernandaT o enviando un correo a: [email protected]