A una semana de las elecciones de Estados Unidos, las autoridades en la ciudad fronteriza de El Paso, Texas, exhortaron a los habitantes a quedarse en casa durante dos semanas debido a que un aumento en los casos de coronavirus tiene abrumados los hospitales.
El domingo por la noche, el principal funcionario electo del condado, Ricardo Samaniego, emitió una orden de quedarse en casa que impone un toque de queda diario de las 10 de la noche a las 5 de la mañana. Los infractores podrían ser multados con 500 dólares.
“Estamos en tiempos de crisis”, declaró Samaniego.
Por el contrario, el mandatario Donald Trump, insiste en que “ya estamos casi al final, estamos de lo mejor”.
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Tras darse a conocer que el 25 de octubre sumaron 772 nuevos casos de COVID-19, un día después de que se informara un récord de mil 216 infecciones, Trump se ha dedicado a minimizar el efecto de la pandemia en el estado, afirmando en uno de los recientes debates electorales que “hubo un aumento de casos en Texas pero ya desapareció”.
AIS
