El actual gobierno no ha descansado para generar una imagen de empatía con los problemas de los mexicanos, haciéndose ver a sí mismos como la transformación de un sistema que todos sabemos se encuentra bastante sucio.
Sin embargo, gracias a las benditas redes sociales la ciudadanía ha podido conocer la crisis en la que la 4T ha llevado a varios sectores del país – economía, salud, inseguridad– pero que “casualmente” se han visto opacados por la repentina detención de varios ex funcionarios acusados de corrupción y no, no es Bartlett ni “Napito”.
Casos como el de Juan Collado, acusado de delincuencia organizada y lavado de dinero, quien ha sido abogado de personajes también polémicos como Raúl Salinas de Gortari, Carlos Romero Deschamps y hasta Enrique Peña Nieto.
Otro ejemplo que, además fungir como cortina de humo, parece más bien una venganza del presidente Andrés Manuel López Obrador, es la detención y privación de la libertad de la exsecretaria de Sedesol, Rosario Robles, quien fue juzgada por el sobrino de la morenista Dolores Padierna y encarcelada aunque sus acusaciones –ejercicio indebido del servicio público- no lo determinen.
Mismo caso sucedió con el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien fue detenido en Texas, EU y se le vinculó con el Cártel de Sinaloa (de Joaquín “El Chapo” Guzmán) durante los sexenios panistas.
Este miércoles, la historia se repitió con la detención de Emilio Lozoya Austin, extitular de Petróleos Mexicanos (Pemex), justo en la crisis del sector salud, quien fue aprehendido por la policía española y ya se habla de su posible extradición a México. Casi de la misma manera en la que fue detenido su colaborador Alonso Ancira quien, pese a que no es funcionario público, está ligado a Lozoya por supuestos fraudes entre la petrolera mexicana y la empresa Agro Nitrogenados, por lo que también fue buscado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
A ellos, se les suma la extraña relación que tiene el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, con la 4T; la misteriosa destitución del magistrado Eduardo Medina Mora, quien fue acusado de corrupción, según el titular de la UIF, Santiago Nieto, y la persecución en contra del general Eduardo León Trauwitz, a quien se le persigue por presunto huachicol durante el sexenio de Peña Nieto.
Muchas cabezas han rodado y otras tantas se encuentran en la mira pero qué casualidad que sean detenidos justo cuando el Gobierno Federal registra contracción en el PIB, cuando se revela que ha sido el peor inicio de sexenio en cuestión de violencia en la historia de México, o cuando cientos de mexicanos se han visto perjudicados con la pobre atención médica que ha dejado la suspensión del Seguro Popular…
Sí, bien por lo de la investigación de Loyoza, se tiene que realizar, pero… ¿será real o solo una simulación del gobierno?
