El gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha utilizado constantemente cortinas de humo para desviar la atención y nadie hable sobre lo mal que está gobernando.
Como ejemplo, tenemos el circo que hizo el mandatario tabasqueño con la rifa del avión presidencial para que así nadie prestara atención sobre el mal manejo de la pandemia del coronavirus.
Además, la 4T montó un circo mediático en torno al caso de la exsecretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, y la ‘Estafa Maestra’ para así justificar que está “combatiendo la corrupción” y así desviar la atención para que nadie notara todas las corruptelas, irregularidades y malos manejos de su administración.
Ahora, la administración de AMLO incurrió nuevamente a distractores para calmar las críticas y reclamos de las mujeres por la alza de feminicidios y la violencia de género; para ello reabrió aquellos casos en donde dos figuras públicas que son acusadas de violación sexual con tal de hacerle creer a todos que se “hará justicia”.
1.- Caso Cuauhtémoc Gutiérrez
Un juez penal del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México giró una orden de aprehensión en contra de Cuauhtémoc Gutiérrez, exlíder del PRI en la capital del país.
Se le acusa, junto con cuatro personas, por los delitos de trata de personas y asociación delictuosa.
Ante ello, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) confirmó que congeló las cuentas bancarias del exdirigente priista capitalino y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) solicitó la colaboración de la la Fiscalía General de República (FGR), del Instituto Nacional de Migración (INM) y de las fiscalías de las entidades federativas, para la búsqueda, localización y aprehensión de Gutiérrez de la Torre.
Cabe recordar que el CEN del PRI separó de su cargo a Cuauhtémoc Gutiérrez en abril de 2014 para que la entonces Procuraduría General de Justicia de la CDMX lo investigara; sin embargo, en julio de 2015 determinó que no existían pruebas para acusar al exlíder priista y hasta allí terminó el caso.
2.- Caso Ricardo La Volpe
Este martes, un juez ordenó revocar el auto de libertad a favor de Ricardo La Volpe, y, que en su lugar, se dicte auto de formal prisión por atentados al pudor y hostigamiento sexual.
Cabe recordar que Alma Belén Coronado, ex podólga del Club Deportivo Guadalajara acusó al entrenador argentino de acoso sexual.
Sin embargo, en julio de 2018, un juez federal frenó la orden de aprehensión en contra de La Volpe, esto tras concederle una suspensión definitiva y un auto de libertad.
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¿Por qué estos dos casos fueron reabiertos?
No es ningún secreto que la popularidad de Morena y de López Obrador han caído en estos dos años, por lo que necesitan acciones contundentes para que los ciudadanos sigan apoyando el movimiento corrupto llamado 4T.
Bien dice un refrán que dice que en la política “no hay coincidencias”, pues al parecer a la Cuarta Transformación le urge “quedar bien” con los mexicanos, en especial con las mujeres del país quienes están enojadas por el desinterés que tiene Andrés Manuel por atender la alza en los casos de feminicidios.
Por ello, este gobierno reabrió estos casos a fin de “hacer justicia” para para ganarse la confianza de las mujeres y así no perder votos para las próximas elecciones federales del 6 de junio.
Sin embargo, para la 4T el concepto de “justicia” la aplica de diferentes formas.
Prueba de ello es el caso de Erika Martínez quien en septiembre de 2020 tomó las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México para exigir justicia para su hija de siete quien fue violada en 2017.
¿Y qué recibió a cambio?
El organismo presidido por Rosario Piedra presentó una demanda en la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de esta madre de familia para que sea castigada penalmente por la toma de las oficinas.
Como pueden ver, el gobierno de AMLO aplica la justicia a su conveniencia.
Con información de Animal Político y El Universal
MSA
