Para el diario británico Financial Times, en 2016 el gobierno optó por implementar en Pemex una nueva estrategia, misma que se centraría exclusivamente en actividades rentables, aunque de manera interna sus seis refinerías solo hayan estado funcionando a la mitad de su capacidad.
Sin embargo, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder todo ha empeorado, porque en su afán de apoyar el desarrollo económico en la paraestatal, sólo está presionando a la compañía en la dirección opuesta, sin importarle las repercusiones de la emergencia sanitaria y la caída en los precios del petróleo. Por lo que ésta se ha “convertido en un drenaje de recursos”.
La publicación también destacó que hace unos días, Pemex informó que tuvo una pérdida trimestral de 23 mil millones de pesos, una de las más grandes en su historia, aunado a que sus actividades ascendentes y descendentes no generan dinero a los precios actuales.
Asimismo, las pérdidas anuales se duplicaron el año pasado a 18 mil millones y el grupo acumuló 105 mil millones de dólares en deudas, sumado a los compromisos de jubilación no financiados de 77 mil millones.
El Financial Times resaltó que en una declaración a la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) Pemex le admitió a sus auditores, KMPG, que existen “dudas sustanciales, en cuanto a nuestra capacidad para continuar con nuestras actividades”.
“Pero mientras otros grupos petroleros están reduciendo la producción e invirtiendo para capear la tormenta, López Obrador tiene poco apetito para desviarse de su promesa de revivir a Pemex al revertir 15 años de disminución de la producción”, agregó el artículo.
Dicho texto subrayó que Pemex enfrenta otro problema: “pues entre más se refinan las fábricas de la empresa productiva de Estado, más producen combustible de bajo valor”, mencionó Jorge Castañeda consultor de energía.
Además, Pemex cuenta con poca capacidad de almacenamiento, por lo que corre el riesgo de quedarse sin espacio en unas pocas semanas, advirtieron los analistas.
Todo parece indicar que AMLO está llevando a la quiebra no sólo a Pemex sino a todo el país, pues al intentar rescatarla está poniendo en riesgo las finanzas nacionales.
Con información de La Silla Rota
