¿En México quién compró la efedrina argentina?

Durante días, en este espacio hemos hablado de la red de complicidades entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner –en Argentina–, y las redes de tráfico de drogas; en específico de la efedrina.

Aquí hemos documentado cómo la fuga de tres asesinos de una cárcel de máxima seguridad expuso a Aníbal Fernández –ex jefe del gabinete kirchnerista– como un posible líder crimina; exhibió a las autoridades de Buenos Aires como probables encubridores de la delincuencia organizada e incluso envió los reflectores a las barras de fútbol, mismas que servirían como grupos de choque para el crimen organizado y como carne de mitin para el gobierno de Cristina Fernández.

Sin embargo, poco se ha hablado del corazón del asunto: la efedrina.

Como seguramente sabe, esta sustancia tiene un uso doble. Por un lado se emplea para elaborar medicamentos. No obstante, también se utiliza para fabricar metanfetaminas. Acaso por eso, la importación de efedrina está prohibida en países como México.

Lo curioso es que durante tres años del gobierno de Néstor Kirchner –quien fue presidente de Argentina entre 2003 y 2007–, se liberó la importación de efedrina. De hecho, según reportes periodísticos, en ese periodo el ingreso del componente aumentó cuatro veces. La cantidad fue mucho mayor a la demanda de efedrina con fines farmacéuticos.

En consecuencia, cada vez son más quienes aseguran que el gobierno kirchnerista habría colaborado con las redes de producción y distribución de metanfetaminas. Ya que sólo así se entendería el cobijo a la importación excesiva de efedrina. Además, es sabido que entre los patrocinadores de la campaña presidencial de Cristina Fernández destacan empresarios “farmacéuticos” que tendrían vínculos con el tráfico de estas sustancias.

Pero hay más. Argentina no se distingue por su capacidad de fabricación, distribución y venta de metanfetamina. En consecuencia, habría que preguntar, ¿a dónde se fue toda la efedrina que se importó en los tiempos de Néstor Kirchner? La respuesta se antoja evidente: a México.

De acuerdo con algunos reportes oficiales y de la prensa, los narcotraficantes mexicanos supieron aprovechar la política laxa de Néstor Kirchner y se mudaron a Argentina para controlar la entrada de efedrina y la eventual exportación del componente a México.

No obstante, lo que nadie termina de entender es quién compró toda esa efedrina, ¿dónde están los narcotraficantes que se hicieron millonarios con esta transacción? ¿dónde están las autoridades mexicanas que, como Cristina Fernández, se habrían beneficiado del tráfico de efedrina? ¿quién solapó el ingreso y la distribución de efedrina en México? ¿quién la distribuyó? ¿quién la compró? ¿quién la procesó?

Hasta ahora sólo se conocen retazos de la historia. Sólo se habla de personajes como el empresario Zhenli Ye Gon –quien popularizó la frase “o copelas o cuello”–, detenido en 2006 con varias toneladas de efedrina. No obstante, nadie ha definido con precisión la ruta de la metanfetamina una vez que el producto salía de Argentina y llegaba a México. Por eso insistimos, ¿algún día sabremos qué pasó con la droga que solaparon los Kirchner y que, eventualmente, compraron los mexicanos?