¿El nuevo INEA atenderá el analfabetismo digital?

El miércoles seis de enero, el secretario de Educación Pública –Aurelio Nuño–, nombró a Mauricio López como el nuevo titular del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, el INEA.

En entrevista para La Otra Opinión, López dijo que el cargo es un reconocimiento a su labor en materia educativa, negó que se trate de una jugada política y adelantó que trabajará para combatir el analfabetismo en los miles de adultos mayores que, incluso hoy, no saben leer ni escribir.

Sin duda, estamos frente a buenas noticias. Nadie podría cuestionar que se intente mejorar la calidad de vida de quienes integran estos sectores sociales. Sin embargo, no sobra recordar que hoy día, existen dos variantes del analfabetismo: el tradicional –que se entiende como la incapacidad para leer y escribir–, y el digital, que es el resultado de una brecha tecnológica entre los jóvenes y las generaciones de 40 años y más.

Es decir, que ya no basta con saber leer y escribir en una hoja de cuaderno. En este momento es necesario emplear y explotar las nuevas tecnologías de la información. En el contexto actual, los analfabetas funcionales son aquellos que no dominan el uso de las pantallas celulares, que no saben utilizar las redes sociales y que no operan las aplicaciones más comunes en los dispositivos móviles.

De hecho, dicen los enterados que, en el futuro, los niños no tendrán la necesidad –ni la habilidad–, para escribir con papel y lápiz. Incluso se especula que la prioridad de los servicios educativos será fortalecer el manejo de las nuevas tecnologías.

Por eso, es importante cuestionar, ¿cuál será el enfoque del INEA? ¿será que se limitarán a enseñar a leer y a escribir? ¿o será que ampliarán su espectro y buscarán incluir a millones de adultos mayores al mundo digital?